Fer Niño fue uno de los hombres del día en Villarreal. Regresaba para enfrentarse a su club y tuvo en sus manos recortar la distancia en el marcador con un remate de cabeza errado de forma incomprensible. «Es muy clara, eso hay que meterlo. Me tengo que exigir eso. El equipo está dolido porque habíamos trabajado muy bien esta semana. Veníamos con la autoestima alta después del partido contra el Espanyol», reconoció el ariete tras el partido.  

 El joven delantero justificó la derrota en la diferencia de eficacia entre uno y otro equipo. «Es un día para olvidar. Hemos tenido mala suerte con el primer gol, se nos han roto los esquemas que llevábamos, pero después el equipo se ha reconstruido bien. Hemos tenido un par de ocasiones y ellos sí han metido las suyas», apuntó.

Otro de los futbolistas que vivió un día especial fue Jaume Costa, que visitó el estadio en el que ha jugado los últimos diez años. Al igual que Fer Niño, admitió el mal encuentro realizado por todo el equipo. «Nos ha faltado ambición de ir para adelante, de crearles ocasiones para meterles el miedo en el cuerpo. Nos ha penalizado mucho y nos vamos con un resultado demasiado abultado para lo que ha sido el partido», destacó. 

A pesar de ser «un regreso especial», aseguró que lo habría cambiado por «llevarnos los tres puntos». «Somos un equipo que creamos pocas ocasiones. Estamos encajando mucho gol, tenemos que trabajar también en eso. Estoy convencido de que hoy nos iremos cabreados, pero mañana ya pensaremos en el siguiente partido», concluyó.