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Opinión | Ya estamos donde solíamos estar; por Emilio Perez de Rozas

Mallorca-Getafe: Otra nueva decepción Efe / RCD Mallorca

Con lo bien que empezamos ¿verdad? y, de pronto, bueno, tampoco tan ‘de pronto’, pues llevamos siete partidos sin ganar, nos encontramos, lo siento, o no, allí donde solíamos estar, allí donde todo el mundo espera ver a este modesto Real Mallorca que, insisto, tras su excelente inicio ya ha dilapidado el crédito que ha de volverse a ganar.

El ‘Mallorqueta’, en efecto, lleva siete jornadas sin ganar, está ya (por eso les digo: el lugar donde solíamos estar) más cerca del descenso que de la zona media de LaLiga. Por supuesto, antes de arrancar este campeonato, igual firmábamos 16 puntos en 15 jornadas, pero tras el arranque, no.

O como poco, no despilfarrar esa buena sensación, esa solidez (dentro del grupo de los modestos), que tan rápida y lamentablemente ha enterrado el equipo y eso que, a excepción de Vallecas (y en eso está de acuerdo hasta Luis García Plaza), el equipo siempre ha dado la cara. La pérdida de confianza produce cero fútbol, especialmente en ataque.

Es verdad que el truco para salvarse siempre ha sido el mismo: encontrar tres equipos peores que el Real Mallorca. Eso, a veces, solo a veces, se produce porque arranques como el de los rojillos se estiren hasta la jornada 38. ¡Miau!, complicado, heroico, asunto ese. Y la otra manera es no ser tan malos como los tres que encuentras, a veces de chiripa, por el camino.

Los números dicen que llevamos 15 jornadas y 16 puntos. Es decir, a punto por fin de semana. Las estadísticas cuentan que es suficiente: 38 puntos en 38 jornadas. ¡Nos salvamos! Bueno, ese equipo se ha salvado siempre, sería extraño que no se salvase este año.

Pero el problema es que este Mallorca ni siquiera puede garantizar un punto por partido. Vale, sí, hoy, lunes, estamos lanzando las campanas al vuelo porque el siempre cuestionado Reina ha mantenido su portería a cero, pero no todos los adversarios serán como el lamentable y rácano Getafe.

Es más, cuando elogiábamos el inicio del ‘Mallorqueta’, lo hacíamos porque, ya entonces ¿se acuerdan?, comentamos que ese impulso debía servir para ¡cuánto antes!, como hábil hormiguita, acumulásemos los puntos suficientes para empezar a manejar la calculadora en la segunda parte del campeonato.

Nada de eso ha sucedido. Hemos empeorado y veremos si García Plaza, que no para de colgar fotos en su twitter de las paellas que comparte con los amigos (¡Mallorca, amigos, Mallorca!), sabe qué le ocurre a su equipo y cómo solucionarlo. Desde luego, que no piense que el amo, Robert Sarver, que bastantes líos tiene acumulados ¡y graves! en Estados Unidos, vaya a echarle una mano en el mercado de enero.

El truco para salvarse sigue siendo el de siempre: encontrar tres equipos peores que el Mallorca

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Cuando digo que hemos perdido una gran oportunidad me refiero, sí, ustedes también lo saben, a esta desastrosa y lamentable ronda de 3 puntos de 12 posibles ante rivales, venga digámoslo ¡ya!, accesibles: Cádiz (empate), Elche (empate ‘in extremis’), Rayo (ridículo) y Getafe (empate aburrido). Un buen racimo de puntos en esos encuentros nos hubiesen colocado en zona de tranquilidad. Ahora, solo queda sufrir. Repito: donde solíamos.

Es evidente que todo el mundo desea, espera y ansía frenar esta mala (había escrito ‘pésima’, pero lo he borrado) racha. Solo García Plaza sabe cómo. Y lamento, aunque sé que se le escapó sin mala intención y, por supuesto, doy por sentado que sin referirse a su plantilla ¡Dios me libre!, que el ‘mister’ dijese, en la conferencia de prensa posterior al partido, un «esto es lo que hay», que tanto ruido provocó, en Barcelona, cuando lo dijeron Ronaldo Koeman y Gerard Piqué, a quien, por cierto, ya se le ha olvidado que lo dijo.

Como hemos visto jugar bien y ganar a este ‘Mallorqueta’, ya no vale el «esto es lo que hay». Es evidente que cuando ves fallar goles cantados a un montón de 9 correctos, por no decir, vulgares, te das cuenta por qué la gente pagaría cantidades desorbitantes (¿ilógicas?, vale, sí, ilógicas) por Robert Lewandowski, el Dios del área, o Erling Halland.

Si 8.640 apasionados seguidores rojillos se atrevieron a presenciar, en vivo y en directo, este horrible Mallorca-Getafe en una tarde-noche intempestiva, es porque la fe mueve montañas y, sí, aunque esta isla no se vuelva loca por nada, ¡por nada!, la posibilidad e ilusión de mantenerse en Primera sigue más viva que nunca.

Nadie dijo que sería fácil. Es más, hicimos mal en creérnoslo. Ya estamos donde solíamos estar.

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