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Fútbol

El peor Mallorca de Luis García

Blando atrás, superado en el centro del campo e inocente en ataque, la fea derrota en Vallecas muestra la cara más desconocida de un grupo al que jamás se le discutió su entrega

Kang In Lee se lamenta de una ocasión en Vallecas.

No hacía falta que Luis García Plaza lo reconociera en la sala de prensa de Vallecas porque es una evidencia. Su peor Mallorca se vio el lunes ante el Rayo en un encuentro que debe servir de punto de inflexión. Esta derrota fue de las que escuecen de verdad, pero no por el resultado, sino por las desoladoras sensaciones que transmitió (3-1). Fue un equipo irreconocible, vulgar y que fue devorado por un adversario que lo tuvo demasiado fácil. 

Llueve sobre mojado. Los bermellones acumulan seis partidos sin ganar y de los últimos once solo han ganado uno, pero en muchos de estos encuentros habían competido a un buen nivel, incluso habían merecido más. No obstante, ante el Elche ya evitó la derrota en el último suspiro (2-2) y ya fueron muchos los que se quedaron con la mosca detrás de la oreja. Los temores se han confirmado. Lo que sucedió en el Estadio de Vallecas es difícil de digerir. Faltó tensión, el rival siempre ganó todos los duelos individuales y la falta de intensidad fue alarmante. Está por ver si solo fue un grave accidente o es la consecuencia de una tendencia, porque por mucho que el Mallorca mantenga su colchón de cuatro puntos sobre el descenso, no hay que mirar hacia el otro lado.

Siempre se dice que para solucionar un problema lo primero que hay que hacer es detectarlo. Y el entrenador madrileño dejó claro ante los periodistas que tenía el diagnóstico. Ahora está por ver si es capaz de aplicar la receta para revertir una situación que no es alarmante en la tabla, pero que debe preocupar. «Es el peor partido en todo el tiempo que llevo aquí. Al fútbol se juega con balón y sin balón. Con balón hemos tenido algunas situaciones de gol. Sin balón… Es el peor partido con diferencia que hemos hecho. El Rayo no ha hecho nada para ganarnos, es que hoy nos gana cualquier otro. Hemos estado a un nivel bajísimo», confesó casi sin mediar pregunta. Daba la impresión de que necesitaba desfogarse. El preparador compartió su frustración para dejarle claro a la afición que era consciente de la esperpéntica actuación de su grupo.

Es el peor partido en todo el tiempo que llevo aquí

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El equipo estuvo desbordado en todas sus líneas, sobre todo en un defensa que fue un flan y que siempre fue superada por una banda derecha que fue una autopista para los vallecanos y que hizo las delicias de Álvaro y compañía. Y a la zaga, con unos superados Valjent y Russo, tampoco le ayudó un centro del campo que siempre llegaba tarde, con un horroroso Battaglia y un impotente Galarreta, incapaces de dar consistencia ni equilibrio. Con un simple toque, o una pared, quedaba desarbolado su simulacro de presión que dejaba a los pies de los caballos a sus compañeros. Los dos primeros tantos del Rayo, perfectos para mostrar en el museo de los horrores, son el ejemplo. «Tenemos que cerrar la sangría de goles. Hay que recibir menos o, por lo menos, que el rival tenga que hacer algo más. No te pueden coger en un contraataque en un saque de banda y que Álvaro se plante delante de Reina. Eso no se prepara. Son cosas que no son trabajables», dijo visiblemente dolido García Plaza. Eso fue la descripción del segundo, pero es que en el primero Antonio Sánchez quitó la pierna para ser regateado por Santi Comesaña y después no le siguió presionando. Esto permitió que centrara al espacio para que Sergi Guardiola, que no estaba en fuera de juego porque Maffeo lo rompía torpemente, marcara a placer. «No tiene explicación. No hemos estado donde había que estar», subrayó antes de dar con la clave de todo. «Han ganado todos los duelos, todas las disputas, ellos hacen faltas donde debían y nosotros no. Ha habido un equipo muy enchufado contra otro que no. Este grupo nos ha dado millones de alegrías, pero hoy es un día malo», destacó. Y así es imposible ganar partidos y mantener una credibilidad que se va erosionando con el paso de las semanas. 

En ataque la dinámica tampoco fue mejor. Fer Niño regresó a la titularidad para confirmar que no se parece en nada al delantero resolutivo que deslumbró en sus primeras apariciones como rojillo. Solo Kang In Lee, que a pesar de su juventud destila personalidad a raudales, dio la cara. Dani Rodríguez y Antonio Sánchez estuvieron muy lejos del nivel esperado y el resultado fue un equipo inocente, con algún chispazo y poco más. Curiosamente Ángel y Abdón, ya con el duelo decidido, generaron algo más tras salir del banquillo, con premio para el artanenc al estrenarse en Primera.

No hay que olvidar que el Mallorca es un recién ascendido y que su lugar es luchar por evitar el descenso, eso es evidente, pero cuando lo que falla es la intensidad y el compromiso de querer hacer las cosas bien, hasta ahora indudable, todo se resiente. La trayectoria ganadora de Luis García desde que aterrizó en Son Moix le ha permitido tener pocos bajones. Hasta ahora. El proyecto bajo su mando tuvo éxito a las primeras de cambio, con un ascenso brillante en el que solo se permitió baches, algunos que chirriaron como la derrota en Fuenlabrada (4-1). 

La elite es otra historia, él lo sabe y por eso estaba tan contrariado. Este no es su Mallorca, el que empezó el curso demostrando oficio y solvencia para ubicarse muy lejos de los puestos de descenso. Los macabros desenlaces en el Reale Arena (1-0), Mestalla (2-2) o Nuevo Mirandilla (1-1), en resultados que estaban encarrilados, han hecho daño. Por eso la principal tarea de García Plaza debe ser recuperar la confianza y fiabilidad lo antes posible para que las urgencias no lo estropeen todo.

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