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Fútbol

Un Mallorca de vergüenza

Los bermellones pierden en Vallecas en una lamentable actuación ante un Rayo muy superior en un encuentro en el que mostraron falta de intensidad y una pésima actitud

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Esperpéntico Mallorca en Vallecas (3-1)

El Mallorca de anoche en Vallecas fue un esperpento. Una vergüenza difícil de digerir en unos futbolistas que estuvieron desconocidos y que casi deben agradecer que solo perdieran por 3-1. Nunca se le había discutido la actitud a este grupo, pero lo que sucedió es para preocuparse si no se hace autocrítica. La dinámica es muy peligrosa porque solo ha sumado una victoria en los últimos once encuentros, lleva seis sin ganar y, aunque el descenso sigue con este pequeño colchón de cuatro puntos, la tendencia es preocupante.

Los bermellones estuvieron desbordados ante un adversario que jugó con dos marchas más. Es cierto que los madrileños son el mejor local y la revelación de la Liga, pero tampoco había que ponérselo tan fácil. Los tantos de Sergi Guardiola, Álvaro y Trejo sacaron los colores a un equipo que necesita reaccionar de una vez y que maquilló al final el resultado con un tanto de Abdón, el primero que anota en la elite y que no sirvió para nada. 

Los primeros veinte minutos del encuentro fueron indignos de esta camiseta, de este escudo y hasta de estos propios jugadores. Su falta de intensidad, obligada en Primera División, fue alarmante. En ese tiempo en el marcador ya figuraba un 2-0, pero la sensación es que el resultado todavía era más abultado. Jugaban niños contra hombres, o al menos eso parecía. El Rayo era superior en todas las facetas del juego y además estaba dejando claro con su compromiso y ganas que quería ganar. Ya avisó Álvaro nada más empezar con un desmarque en ruptura que sorprendió a Valjent y el tiro de Sergi Guardiola fue alto

Era el principio de un auténtico calvario que se agudizó en una acción difícil de entender. Santi Comesaña recortó a un Antonio Sánchez que quitó la pierna y no le presionó, envió un pase filtrado al propio Sergi Guardiola, que se aprovechó de que torpemente Maffeo rompiera el fuera de juego para batir por bajo la salida de Reina. Es una jugada para verla una y otra vez e incluirla en el museo de los horrores. Pero no sería la única. Porque en el minuto diecinueve llegó otra que tampoco tiene justificación. En un saque de banda a favor de los visitantes en posición de ataque y con los centrales muy adelantados, perdieron el balón y Trejo, con un simple pase al hueco, le dejó todo el espacio del mundo a Álvaro, que recorrió a toda velocidad y sin oposición medio campo para fusilar a un desesperado Reina. 

El Mallorca no se estaba enterando de nada y ya perdía por 2-0. Solo Kang In Lee, por personalidad, demostraba un poco de orgullo. El coreano fue el único que lo intentó, con dos buenos disparos, uno de ellos muy peligroso que se fue rozando el palo. Pero más claro fue su gran pase entre los centrales a Antonio Sánchez, que se topó con una buena salida de Dimitrievski

Sin embargo, no hay que engañarse. El Rayo hacía lo que quería. De hecho, Russo evitó el tercero al interceptar con la cabeza un tiro de Guardiola. El argentino también fue providencial al ponerse por delante de un obús de Balliu que se iba hacia dentro de la portería. Era un festín de ocasiones para los locales, una tortura para los de Luis García, que vio el choque desde uno de los palcos del estadio de Vallecas al cumplir su segundo partido de sanción. La banda derecha del Mallorca era una autopista para el adversario y no había manera de solucionarlo.

Catena celebró un gol que el colegiado anuló por falta sobre Reina tras un saque de esquina. Lo mejor era que finalizara la primera parte, pero es que la segunda no fue mejor. Ni mucho menos. El panorama era desolador. El Rayo siguió demostrando que estaba muy cómodo ante un Mallorca, que a pesar de la entrada de Ángel y Mboula, perseguía sombras. Guardiola estuvo a punto de marcar tras un remate de Isi, pero Oliván despejó a tiempo. Y después, otra vez Guardiola, se aprovechó de un error de Russo para plantarse ante Reina, que pudo repeler el tiro. Y como todo puede empeorar, hasta los mejores cometen errores absurdos. Valjent derribó al omnipresente delantero de Manacor para hacer penalti y Trejo, a lo Panenka, elevó el 3-0 en el electrónico. 

El choque estaba más que finiquitado, pero lo peor es que quedaba casi media hora. Un tiro de falta de Dani Rodríguez y alguna llegada esporádica, como un buen tiro de Ángel, fue de los pocos chispazos que demostró el Mallorca. Ya al final, con todos mirando el reloj, Abdón marcó en una contra tras un pase de Ángel. Seguro que no soñaba el artanenc con estrenarse de esta manera en una noche para olvidar y que debe servir de punto de inflexión. Por supuesto que se puede perder, pero no de esta manera. Este palo debe tener sus conclusiones y ante el Getafe debe notarse. Esto es la Primera División.

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