Luis García celebró como un aficionado más el gol de Maffeo en el minuto 95 en el partido del Mallorca ante el Elche. El entrenador de los bermellones, por culpa de su sanción de dos partidos por su expulsión en Cádiz, se vio obligado a ver el encuentro desde uno de los palcos privados de Son Moix. En las imágenes facilitadas por el club, el madrileño vive con resignación los dos tantos de Lucas Boyé, apenas gesticula en el tanto de penalti de Salva Sevilla y se levanta de su asiento y levanta los brazos en el tanto del lateral derecho. No era para menos porque su equipo, dirigido desde el césped por su ayudante Pedro Rostoll, había evitado la derrota. Ahora el Mallorca está cuatro puntos por encima del descenso después de trece jornadas de competición.