Si algo tenía claro Luis García Plaza en la rueda de prensa post partido es que el Mallorca, al menos, merecía haber sacado «dos o tres puntos más» del tourmalet de partidos que ha afrontado en las tres últimas jornadas. «Es que hemos jugado bien en los tres», insistió: «Incluso mejor que en el día del Levante, que es en el único en el que hemos sacado la victoria». 

El técnico bermellón confesó que al ver el segundo tanto del Sevilla, otra vez en el descuento, se «derrumbó» y confesó que tenía que volver a ver «la repetición» para ver si era o no mano. «No he visto ni esa ni la roja a Jaume Costa. En principio no me lo ha parecido, pero tengo que volver a ver las imágenes», indicó el madrileño. 

Luis García felicitó a sus jugadores y señaló que el equipo había jugado «60 minutos increíbles». «Ha sido un nivel brutal en muchos aspectos y quizás el único pero es que no se sentenciara el encuentro. En el equipo titular había nueve jugadores del año pasado y se han vuelto a dejar todo. Al final el equipo ha ido perdiendo físico con el paso de los minutos, es lo normal, pero cuando he visto esa última jugada de verdad que me quería morir. Creo que hubiera sido muy injusto perder ante el Sevilla», matizó. 

El preparador reconoció que el tanto del Sevilla era imparable. «Ni con una escalera se para eso. Da igual el portero que está bajo palos, ha sido un auténtico pepinazo. Imparable», señaló. También se refirió a Antonio Sánchez, quien ayer anotó su primer tanto en Primera: «Si me preguntas dónde juega no sé ni qué decirte: le colocas de mediapunta, de 8, de centrocampista y te cumple. Es un futbolista que aporta muchísimo en el vestuario por su actitud y su positivismo es muy importante».

Ya para acabar, cuestionado por Raíllo y la operación a la que ha sido sometido el central cordobés, Luis García reconoció que «todo había salido perfecto». «Ahora lo que sabemos es que como mínimo hasta enero no podremos contar con él. Dos o tres meses no se los va a quitar nadie. Le echamos mucho de menos y mira que no hay uno en el vestuario más pesado que él, siempre está molestando y la verdad que me he alegrado mucho por la ovación que ha recibido en el minuto 21 del partido. Se lo merece», zanjó.