El Villarreal solo ha sumado un punto de los últimos doce que ha disputado frente al Real Mallorca en Son Moix. El conjunto bermellón le tiene tomada la medida al equipo castellonense, un ‘submarino amarillo’ que ha zozobrado en sus cuatro últimas visitas a la isla.
La más reciente, hace ahora dos temporadas, deparó un claro 3 a 1 a favor de los de Vicente Moreno, en un encuentro marcado por los penaltis. El conjunto rojillo mostró su fortaleza en Son Moix con una convincente victoria, en la que Lago Junior y Dani Rodríguez pusieron en ventaja a los bermellones desde los once metros antes de la media hora de partido. Cazorla recortó distancias, pero Kubo dejó en anécdota el tanto del asturiano, firmando su primera diana con la elástica del Mallorca.
A esa victoria le precedió otra aún más abultada (4-0) en la campaña 2011-12. Víctor Casadesús, en dos ocasiones, Pep Lluís Martí y Nunes fueron los autores de los tantos locales ante un Villarreal que acabó descendiendo a Segunda División. Un curso antes, los amarillos consiguieron rascar el único punto que han sumado en sus últimas cuatro visitas al fortín balear. En la temporada 2009-10 el Mallorca también se impuso al rival, gracias a un tanto de Nunes.
Para poder hablar de la última victoria de los del Villarreal en Son Moix, hay que remontarse a la temporada 2008/09, en la que el ‘submarino amarillo’ se impuso al
Mallorca por 2 a 3 con tantos de Aduriz y Webó, para los bermellones, y Cani y un doblete de Joseba Llorente, para los castellonenses.
Los de Unay Emery aterrizan este domingo en el estadio de Son Moix con la intención de revertir estos malos resultados. Para ello el técnico del conjunto amarillo deberá saber jugar sus cartas, ya que sus pupilos afrontan un calendario cargado de partidos hasta la próxima parada de selecciones del mes de octubre, debido a sus compromisos en la Liga de Campeones.
Así, la idea de Emery parece ser la de las rotaciones. El técnico del Villarreal parece que solo apostará por su equipo habitual en la máxima competición europea, en la que además el desgaste para los jugadores es más alto, y se decantará por un once con numerosos cambios para los duelos a los que deba hacer frente en la competición regular.
