Desde que el pasado 18 de mayo el Mallorca cerrara su retorno a Primera, la secretaría técnica del club tenía entre sus tareas prioritarias la búsqueda de un ‘9’. Era una de las exigencias de Luis García, un delantero referente en la zona ofensiva y que garantizara, al menos, entre 10 y 15 goles por temporada. Esta petición se acrecentó si cabe más el pasado 7 de junio, cuando Osasuna hizo oficial la incorporación de Ante Budimir y ponía de esta manera fin a la tensa relación entre el conjunto bermellón y el futbolista croata.
Desde entonces, la búsqueda de un ‘9’ se ha convertido en la máxima prioridad de Pablo Ortells, pero lo cierto es que, a menos de medio mes para que se cierre el mercado, sigue siendo su asignatura pendiente. La posible llegada de Fer Niño no deshabilita dicha tarea. El conjunto bermellón busca un goleador contrastado, pero el perfil del atacante del Villarreal es más de un segundo delantero.
El Mallorca dispone de dinero en las arcas -con Budimir se ingresaron 8 millones- y es consciente de que para encontrar un futbolista que asuma ese rol en el equipo va a tener que rascarse el bolsillo. En la agenda de Ortells han aparecido nombres como los del sportinguista Djurdjevic, ofrecido a los bermellones por 6 millones, una cifra que se encuentra lejos de las posibilidades del club.
Otro de los nombres que ha tanteado la secretaría técnica es el del danés Jonas Wind, futbolista de 22 años del Copenhague que destaca por su gran potencial físico. El Mallorca también ofreció 3,5 millones por el nigeriano Simy, quien triunfó la pasada temporada en el Crotone, pero que ya tiene cerrado su traspaso a la Salernitana por 6 millones. Ortells no cesa en su empeño, desde hoy tiene dos semanas por delante para cerrar la operación y poner la guinda al mercado de fichajes.
