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Un debut esperanzador del Real Mallorca en su regreso a Primera

La falta de pegada arriba, la gran asignatura pendiente del equipo

Los jugadores del Mallorca se abrazan tras el gol de Oliván ante el Betis. Guillem Bosch

Pese a que la plantilla del Mallorca todavía no está cerrada y que varios jugadores llamados a ser importantes como Kubo o Amath les falta todavía un punto para estar entonados, la puesta en escena en Primera ante el Betis dejó varios aspectos esperanzadores de cara al gran objetivo, que no es otro que lograr la permanencia. Mientras que la consistencia defensiva volvió a ser santo y seña del equipo, la falta de claridad arriba volvió a ser evidente, un área en la que el club está centrando sus esfuerzos en traer dinamita.

Hubo dos partes en el partido. La primera, la que mostró detalles de lo que va a ser este Mallorca en Primera con el balón en los pies. La segunda, ya sin él, dejó claro que tiene capacidad de sufrimiento para aguantar un resultado, aunque evidenció que hará falta más para poder llegar a cerrar los partidos. En parte también vino porque el físico de los futbolistas decayó mucho en el tramo final del partido, algo lógico a estas alturas, lo que obligó a Luis García a tener que quitar piezas insustituibles del campo como Salva o Galarreta, los directores de orquesta del equipo.

La primera parte fue lo más parecido a la imagen que Luis García Plaza quiere de este Mallorca, que solo presentó las nuevas caras de Maffeo y Ángel. El técnico madrileño, chafado tras el empate visitante, se fue contento por las primeras impresiones de su equipo. A pesar del embate inicial de los visitantes, poco a poco, sustentándose en la seriedad en defensa y en la calidad del centro del campo, fueron sintiéndose más cómodos. Amparándose en la velocidad y descaro de Mboula –imparable en los primeros 45 minutos– los bermellones tiraron mucho más del contragolpe que de ataques elaborados. Una nueva forma de juego que pocas veces se pudo ver el curso pasado.

La solidez atrás, el gran pilar en el que se sustentó el ascenso la temporada pasada, fue clave para contener el vendaval ofensivo de los de Pellegrini. Tanto Valjent como Raíllo estuvieron soberbios a la hora de contener al tanque Borja Iglesias, dejando su cuenta de remates a portería a cero al final del partido.

En las bandas, tanto Oliván como Maffeo, apenas tuvieron problemas, si bien especialmente en varias ocasiones se vieron faltos de ayuda tanto de Mboula como de Dani, descolgados tras algún contraataque. Tan solo hubo un pero para el nuevo jugador procedente del Stuttgart, y es que en el gol bético perdió la marca de Juanmi en la falta botada por Fekir. Luego se necesita la colaboración involuntaria de Reina. El cancerbero del Mallorca, que tuvo muy poco trabajo, no estuvo acertado y se acabó introduciendo la pelota en propia meta.

Más allá de los hombres de la retaguardia, hubo más brotes verdes en Son Moix. Galarreta, si le respetan las lesiones, va a ser indispensable para que el equipo funcione. El mediocentro vasco, hasta que le duró la gasolina, dio una lección de cuándo acelerar el juego, cuándo frenarlo y visión para dar salida clara al balón desde atrás.

El Baba de siempre

El otro nombre fue el de Baba. El ghanés, una sombra de sí mismo en Segunda, parece estar hecho a medida de Primera. Con la falta de obligación del equipo de dominar el juego, se siente mucho más cómodo al tener que centrarse en destruir el avance rival, más centrado en labores defensivas que de creación. Luis García le alabó en rueda de prensa y ahora le toca seguir a él, sobre todo tras la incorporación de Battaglia en su misma posición.

Si todo lo bueno en ataque se concentró en el primer periodo, en el segundo se diluyó. La mayor calidad del Betis –es equipo de Europa League– hizo retroceder a los bermellones hasta el área. Con un juego de posesión, circulando el balón de lado pero sin generar, agotaron a las fuentes de inspiración mallorquinistas, que dejaron su lugar en el campo para jugadores de perfil diferentes como Kubo, Amath o Lago, incapaces de recuperar el balón y obligados a defender en vez de poder sorprender a la contra.

Tan solo es la primera jornada y el equipo que saldrá a jugar en septiembre tendrá cambios importantes, como la figura de ese '9' anhelado o la inclusión más que segura del senegalés o el japonés en el once. El conjunto bermellón va por buen camino y este sábado ante el Alavés, rival de su misma Liga por la permanencia, tiene la primera oportunidad de demostrar que ha llegado para quedarse.

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