Más de una década después, el Real Mallorca ha limpiado sus cuentas. La entidad mallorquinista ha anunciado hoy, a través de un escueto comunicado, que salda su deuda con Hacienda y pone de esta manera fin al concurso de acreedores declarado el 8 de junio de 2010 y que originalmente ascendía a 65 millones de euros.

La deuda concursal con la administración pública, que originalmente era de 27 millones de euros, quedó reducida a menos de 10 millones a finales de 2020, único saldo negativo al que todavía tenía que hacer frente el Real Mallorca, después de que en 2017 zanjara su deuda concursal con los acreedores ordinarios.

La intención del club, en un principio, era liquidar totalmente ese déficit en un plazo máximo de tres años, pero la propiedad americana ha sorprendido saneando sus cuentas tras la finalización de la pasada temporada. El hecho de haber subido a la máxima categoría iba a permitir al club pagar con mayor rapidez los alrededor de diez millones de euros que se debía al fisco y la propiedad americana confiaba en poder mantener la categoría para poder zanjar cuanto antes esas viejas cuentas pendientes.

De esta manera, el club cierra ahora el capítulo con la Agencia Tributaria. Los accionistas del Real Mallorca han inyectado en el club 43 millones de euros desde su llegada en enero de 2016, de los cuales 25 millones se han destinado a la deuda del Concurso de Acreedores y Hacienda.

La actual propiedad del club ha querido así liquidar la deuda con el erario público tras años de arduo trabajo económico y planificación financiera en un marco de restricciones que comprometían el futuro de la SAD balear.

Desde que Sarver aterrizara en el Mallorca junto al hoy presidente Andy Kohlberg y la exestrella de la NBA, Steve Nash en enero de 2016, ha aportado cerca de 50 millones de euros. El magnate norteamericano entró en el club abonando 21 millones. El 14 de noviembre de 2016 inyectó ocho millones más. El 7 de noviembre de 2017 realizó una ampliación de otros 10 millones, contribución que sirvió para hacer frente al último pago, de 6 millones, a los acreedores del concurso.

Ya en abril de 2019, Sarver volvió a aportar otros tres millones, y en octubre del año pasado, nueve más. Una aportación que, a priori, debe frenarse con el ascenso a Primera y con lo que recibirá el club por derechos de televisión.