Ante Budimir ya es historia en el Mallorca. Osasuna hizo oficial ayer que abona ocho millones de euros por el ariete balcánico -fichaje más caro de su historia-, cantidad estipulada en el contrato de cesión entre ambos equipos y que expiraba el 30 de junio. El delantero croata pone fin así a su etapa en el Mallorca y firma para las próximas cuatro temporadas por el conjunto navarro. El club bermellón se reserva una plusvalía del 25 por ciento en caso de una futura venta. Su cláusula será de 20 millones de euros en LaLiga Santander y de 9 millones de euros en LaLiga SmartBank.

Después de un último mes frenético en los despachos, cargado de declaraciones por parte del director deportivo de Osasuna Braulio Vázquez, así como de su presidente Luis Sabalza y el propio jugador, dejando claro que quería continuar en Pamplona, la situación se ha resuelto relativamente rápido, una operación que permitirá al Mallorca activar otros movimientos que están avanzados

A pesar de que la idea pactada en el contrato de cesión era abonar el montante de la operación a plazos en varios años, finalmente se desembolsará durante toda la próxima temporada, por lo que en junio de 2022 el Mallorca ya contará con la cantidad íntegra del traspaso. Pese a ello, los ocho millones ya computarán en este mercado para el Mallorca en el cálculo de masa salarial. Una parte del pago se destinará a reducir la deuda con Hacienda que todavía se mantiene del concurso de acreedores y que asciende a algo más de diez millones de euros. 

El adiós de Budimir pone fin a una historia agridulce de tres temporadas, 57 partidos y 19 goles con la zamarra bermellona que se truncó con el descenso a Segunda División. Llegó en enero de 2019 con Vicente Moreno en el banquillo al Mallorca, siendo indiscutible en el once y aportando seis goles en el ascenso a Primera, el más importante de ellos en la final del playoff de ascenso contra el Deportivo en Son Moix (3-0). Ya en la máxima categoría, marcó trece dianas a pesar de descender a Segunda, un cartel demasiado apetecible para otros equipos

Tanto el futbolista como sus representantes tenían claro que quería seguir en Primera para así tener más opciones de ser citado para la Eurocopa que arranca este viernes. El interés del Valladolid, equipo que más ímpetu mostró en su fichaje durante todo el verano, aceleró la reprochable actitud de Budimir en los entrenamientos. El Mallorca, por su parte, se remitió a su cláusula de rescisión para dejarlo salir, una cantidad que no iba a alcanzar el club vallisoletano

Siendo un elemento indispensable en los planes de Pablo Ortells y Luis García para este pasado curso, el croata adoptó una postura de rebeldía, mostrando una gran «falta de compromiso» para no vestirse de corto con la elástica bermellona, tal y como reconoció el técnico madrileño en rueda de prensa. Llegó a jugar en el partido inaugural ante el Rayo Vallecano, aunque ya no se le volvió a ver más por Son Moix.

Todo estalló en las últimas horas del cierre del mercado. La idea de tener a un jugador en la grada todo el curso obligó al Mallorca a aceptar la oferta a la baja de cesión de Osasuna -270.000 euros- por Budimir y el envío de Marc Cardona a préstamo a la isla. Su actitud y malas formas no sentaron nada bien ni en el cuerpo técnico ni entre los pesos pesados de la plantilla. 

En un mercado a la baja y en el que se esperan pocos movimientos importantes, ingresar tal cantidad por un jugador para un club como el Mallorca, que se encuentra en plena construcción de una plantilla que pueda lograr la permanencia, es una buena noticia. Además, los bermellones consiguen un amplio beneficio con la venta, ya que en 2019 desembolsaron 2,2 millones de euros por él