El Mallorca espera ingresar unos tres millones de euros por el ascenso directo. Y el triunfo ante el Zaragoza del domingo (2-1), unido al empate del Espanyol frente al Tenerife (1-1), todavía le deja opciones de ser campeón. Es evidente que el premio gordo ya está en el bolsillo. Haber subido a la elite es el objetivo soñado, con todas las consecuencias que ello conlleva a nivel deportivo, social y económico, pero auparse un escalón más, justo en esta última jornada, sería la guinda de un suculento pastel.
A tenor de los requisitos de LaLiga para repartir los 146,6 millones fijados para los clubes de Segunda, la entidad ingresará estos tres millones en función de tres baremos. El setenta por ciento se reparte a partes iguales entre las veintidós entidades, mientras que el resto se divide por los méritos deportivos (un quince por ciento) y las audiencias, abonados y taquillas (el otro quince por ciento). Y de ahí salen, aproximadamente, estos tres millones que ya tiene garantizado el Mallorca y que podrían aumentar ligeramente si finaliza primero.
Conseguir dar este pequeño salto en El Toralín se traduciría, aproximadamente, en unos cuatrocientos mil euros más para las arcas del Mallorca. Eso sí, los bermellones no dependen de ellos porque es obligado que tumben a la Ponferradina y esperar que el Espanyol pinche en Alcorcón.
La pandemia ha alterado la cuenta de beneficios de forma sustancial. Sin ir más lejos, el club tenía presupuestado unos dos millones por ingresos en concepto de abonos y taquillas y cobró a los doce mil socios que se dieron de alta el pasado verano -una cantidad considerable teniendo en cuenta el descenso de Primera- un 25 por ciento del abono por adelantado. Este dinero deberá ser devuelto, más allá de los afortunados que han podido asistir a los duelos ante el Alcorcón y Zaragoza, con un máximo de 4.086 espectadores en cada uno de ellos. El Mallorca ha ingresado en Segunda 6,1 millones de euros por los derechos de televisión. Un alivio fueron los trece millones de euros de ayuda al descenso, lo que le permitió contar con uno de los límites salariales más altos de Segunda. En el capítulo de patrocinio y publicidad también rebajó su capacidad. Y a falta de conocerse el balance final, la cantidad no alcanzará los cinco millones previstos ya que los anunciantes, por los efectos del coronavirus, han ido a la baja al ser víctimas también de la pandemia. En cualquier caso, y pese a los muchos inconvenientes provocados por el virus, el Mallorca, liderado en el capítulo económico por el director general de negocio, Alfonso Díaz, ha reducido su deuda de 27 millones a 10,5 desde la llegada de Sarver. La ampliación de capital de nueve millones de euros el pasado mes de octubre ha mitigado en parte los perjuicios ocasionados por la covid-19. Estos tres millones por subir directos son un regalo, sobre todo porque se los han ganado en el terreno de juego.
Dinero en juego
Cantidades aproximadas a percibir por los clubes según su posición, atendiendo a diferentes baremos:
- 1ª posición: 3.400.000€
- 2ª posición: 3.000.000€
- 3ª posición: 2.600.000€
- 4ª posición: 2.200.000€
- 5ª posición: 1.800.000€
- 6ª posición: 1.400.000€
- 7ª posición: 1.150.000€
- 8ª posición: 1.000.000€
- 9ª posición: 850.000€
- 10ª posición: 700.000€
- 11ª posición: 600.000€
- 12ª posición: 550.000€
- 13ª posición: 500.000€
- 14ª posición: 450.000€
- 15ª posición: 400.000€
- 16ª posición: 350.000€
- 17ª posición: 300.000€
- 18ª posición: 250.000€
- 19ª posición: 200.000€
- 20ª posición: 150.000€
- 21ª posición: 100.000€
- 22ª posición: 50.000€
Una foto para la historia Los nueve supervivientes de Segunda B
El Mallorca publicó ayer esta imagen que tuvo mucha repercusión en las redes sociales porque en ella aparecen los nueve jugadores que todavía militan en la plantilla y que siguen desde la Segunda B. Abdón, Sastre, Parera, Raíllo, Reina, Álex López -no ha tenido ficha este curso-, Salva Sevilla, Gámez y Lago han subido tres veces en cuatro años.
