La decisión sobre si Son Moix podrá acoger público este domingo en el partido entre el Mallorca y el Alcorcón depende de que Balears siga en la fase 1 de la pandemia. La duda reside en que el Gobierno considera en este nivel a las islas con una incidencia acumulada de 49,59 casos por cada 100.000 habitantes (datos del martes, 11 de mayo) mientras que Mallorca se encuentra en el nivel 2. Durante el día de hoy se conocerá qué criterio prevalece, si el de Madrid o el autonómico, para decidir si los bermellones podrán contar con el apoyo de su afición. 

 El anuncio del ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, del regreso del público en los estadios en las comunidades autónomas situadas en la fase 1, provocó en la tarde ayer un gran revuelo entre el mallorquinismo. 

Según los datos del Ministerio de Sanidad, Balears es una de las cinco comunidades autónomas (junto con Galicia, Extremadura, Murcia y Comunidad Valenciana) que cuenta con una incidencia acumulada inferior a los 50 casos, requisito indispensable para volver a abrir sus puertas. Este dato fue confirmado anoche a este diario por el Ministerio de Cultura, indicando que para este organismo «Balears se encuentra en fase 1». 

Sin embargo, la incertidumbre se centra en que Mallorca se encuentra, con datos de este miércoles, en fase 2 con 53,68 casos y, siguiendo a rajatabla este baremo, Son Moix no podría albergar público. Esta situación límite en cuanto a las cifras deja en suspense la presencia de aficionados, que nunca superarán el 30% de aforo con un máximo de 5.000. El Mallorca, por su parte, espera a que LaLiga le informe de los pasos a seguir porque todavía no había recibido la autorización.

Además, a este embrollo se le une el toque de queda existente en la isla, que empieza a las 23:00 horas. El encuentro está fijado a las 21:30, por lo que los aficionados que acudan deberían abandonar su asiento antes de hora o el Govern dar un permiso especial para que la entrada al partido pudiera justificar su presencia más allá de las once de la noche. De hecho, esto es lo que ha sucedido en los espectáculos culturales desde hace meses. Por su parte, LaLiga tildó de «incoherente» la decisión de permitir en algunos territorios sí y otros no el acceso de público a los estadios.

Ayer por la mañana se marcó un margen de «24-48 horas» para decidir si el público regresaba a los estadios de Primera División. Sin embargo, todo se precipitó pocas horas después, cuando tanto Uribes como Carolina Darias, ministra de Sanidad, anunciaron el regreso inmediato de público a las comunidades situadas en el nivel 1. Cada región estará sujeta a los cambios que puedan surgir de la evolución de la pandemia y, en el caso de mejorar los datos en una comunidad, ésta podrá albergar encuentros en sus estadios, según informó Uribe. En todo caso, tendría que ser con tiempo: «Si se produce el mismo día del partido (la mejoría de los datos oficiales) no se va a poder resolver, pero dos días antes sí se podrá resolver».

«Hemos seguido criterios sanitarios. La vuelta del público no la iba a decidir el ministro por criterios deportivos. Se iba a decidir por motivos sanitarios. La vuelta se tiene que hacer con garantías. El mensaje positivo es que vuelve el público en aquellos territorios en los que hay garantías. De forma razonable, con unos topes, pero permitiendo que LaLiga pueda finalizar con algo de público», apuntó.