Diario de Mallorca

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Cartulina morada | Es momento de estar un poco tensos

Independientemente de los resultados, el Mallorca encarrila cuatro partidos desconocido. Un empate en casa, ante el Oviedo, nunca puede ser algo bueno

RCD Mallorca - Oviedo.

El Real Mallorca hace casi un mes que no es lo que era. La derrota frente al Sporting y el empate ante el Oviedo no ha hecho si no ratificar que el equipo ha perdido facultades en su vertiente ofensiva y anda algo falto de ideas en la línea de creación. Habrá quien, visto lo visto, dé por bueno el empate de este sábado en Son Moix -el equipo sigue a cinco del tercer clasificado y además ahora tiene el golaveraje a favor-, pero lo cierto es que esta dinámica resulta insostenible cuando tu intención es luchar por los puestos que dan el acceso directo a la Primera División. Aseguraba Luis García tras el encuentro frente a los ovetenses que sus jugadores no andaban nada tensos, pues quizás sea el momento de que les entren un poco de nervios. La semana que viene puede marcar un antes y un después para muchos equipos de la Segunda División y no es momento de estar relajados. 

Kohlberg está en Son Moix

La propiedad reaparece para fijar la hoja de ruta de cara al próximo curso

Más allá de las surrealistas imágenes de Robert Sarver sacando pecho en la celebración de una victoria de los Phoenix Suns, poco o nada se sabía de la propiedad americana y su respaldo al Real Mallorca, pero este fin de semana Andy Kohlberg, presidente del club, aterrizó en la isla para, entiendo, marcar el camino a seguir de cara a la temporada que viene. No está nunca de más que el jefe se pase por la oficina y controle un poco a sus trabajadores. Es momento de marcar la hoja de ruta, finiquitar las renovaciones pendientes y mostrar algo más de músculo económico de conseguirse el ascenso a Primera División. Hay que acertar en los fichajes, Ortells, pero para eso es evidente que se necesita dinero.  

La trayectoria del Baleares

La Primera División RFEF no es un ascenso, es mantener la categoría

El Atlético Baleares cerró ayer el primer tramo del campeonato y lo hizo con una victoria ante el colista de su grupo. Por delante se presenta un nuevo reto a partir de ahora. El conjunto blanquiazul se adscribe a una segunda liguilla, con cinco equipos más, en la que deberá quedar primero o segundo para cumplir, al menos, el objetivo de la permanencia. Disputar la temporada que viene la Primera División de la RFEF, que quede claro, no es un ascenso, es simplemente mantener la categoría y el problema es que, a día de hoy, el conjunto blanquiazul juega con muchas papeletas para perderla. La temporada ya, se mire por donde se mire, es un fracaso, y no quiero ni imaginar en lo que se puede convertir de no lograrse el nuevo objetivo fijado por la entidad blanquiazul. Ingo Volckmann parece no cansarse de inyectar dinero en un club cargado de necesidades, pero si el curso que viene debe afrontar la temporada desde el cuarto escalón del fútbol nacional, su entusiasmo, seguramente, distará mucho del de los últimos años. Dicen que el balearico está hecho para sufrir, pero me cuesta entender, en serio, que pueda aguantar tanto. 

Vuelven a rugir los motores

El Mundial arranca este fin de semana con tres mallorquines en la parrilla

Qatar está ya preparado para recibir a los pilotos de motociclismo en una nueva temporada del Mundial. Tanto Joan Mir en Moto GP, como Augusto Fernández en Moto2 e Izan Guevara en Moto3 han mostrado ya sus primeras cartas en los test de pretemporada y están dispuestos a dar mucho juego. Me atrevo a decir que les veremos a todos en el podio al final de la temporada.

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