Su rostro era de los más buscados ayer en el verde de Son Moix. Vicente Moreno, el faro del Mallorca de los dos ascensos consecutivos, volvió ayer tras poco más de seis meses de su salida al banquillo del feudo bermellón, eso sí, como rival, para dirigir al Espanyol.

Su marcha del club, sin explicaciones, así como sus comentarios acerca de los árbitros y el supuesto trato de favor hacia el Mallorca esta temporada han enturbiado un ciclo de indudable valor que se cerró de forma abrupta.

En las horas previas al choque, ciertos aficionados quisieron dejar claro su antipatía hacia él, realizando graffitis y pintadas de mal gusto con frases como «Vicente, rata» o «Moreno, pesetero». Más allá de eso, todo discurrió con total normalidad.

El valenciano volvió a la que fue su casa –este año Luis García se sienta en el banquillo que normalmente estaba destinado al equipo rival– y vivió el encuentro como habitualmente lo suele hacer. Intenso desde el primer minuto, apenas se inmutó tras el primer gol de su equipo y se limitó a sentarse y comentar con sus asistentes. Dani Pendín, de igual manera, volvió a dirigir las jugadas de estrategia.

Un regreso feliz para Moreno

Con confianza para debatir con jugadores del Mallorca en el transcurso del partido, no fue hasta el final del encuentro cuando se pudo ver su lado más cariñoso. Saludó uno por uno a todos los jugadores del Mallorca, consolando a Valjent por su error o comentando con Dani Rodríguez el partido.

Con Luis García, frío antes del partido, también estuvo hablando, a la vez que Pendín, que charló durante varios minutos con el actual técnico del Mallorca. Al final, dejaron claro que, más allá de polémicas, tan solo se trata de fútbol.

Un regreso feliz para Moreno

«Se han dicho muchas leyendas urbanas sobre mí»

Vicente Moreno no pudo ocultar su alegría tras el triunfo del Espanyol ante el Mallorca, aunque reconoció que sintió una sensación «extraña» al regresar a Son Moix. «Ha sido muy extraño todo. Y con sentimiento también. Me hubiera encantado que hubiese habido gente. Tampoco ha ayudado que se han dicho muchas leyendas urbanas y ninguna ha ido a mi favor. Aprecio y respeto muchísimo a los que están en contra y a los que están a favor», apuntó.

El técnico valenciano volvió a recalcar que su salida del club fue «muy meditada». «No es una cuestión solo de fútbol. En la vida uno tiene que tomar decisiones y siempre son meditadas. Llegué sin hacer ruido e intenté irme de la misma manera. Tengo que respetar que haya gente que no lo entienda. Son muchas cosas las que hemos vivido juntos y ha sido bastante extraño para mí. Al final uno es profesional y tiene que hacer bien su trabajo», apuntó.

Sobre el partido, reconoció sentirse «satisfecho» con el papel de los suyos. «El balance de hoy no puede ser más positivo en un partido que se ha decantado por detalles; hubo acciones puntuales que pudieron caer de un lado u otro. Hemos tenido el acierto que no tuvimos en las últimas semanas a pesar de merecerlo», comentó.

El entrenador blanquiazul explicó que su equipo había comenzado «muy bien» en la segunda parte, aunque reconoció que «el partido se decantó a favor de ellos tras el empate». «Intentamos cambiar la tendencia y fuimos capaces de marcar; sabíamos que el Mallorca iría por el empate a la desesperada. Al final sufrimos porque ellos apretaron mucho», concluyó Moreno.