Luis García Plaza debe resolver un problema importante en el lateral derecho. Ninguna solución parece ideal, pero las exigencias en este tramo decisivo del curso, con Albacete, Espanyol y Almería en el horizonte, obligan a apostar por la menos mala. «Tengo dolor de cabeza con el lateral», confesó visiblemente preocupado nada más finalizar el duelo ante el Girona (1-0).

Lo que es seguro es que al Mallorca le crecen los enanos o, al menos, eso parece. El técnico madrileño gestiona una amplia plantilla en la que cada una de las posiciones están dobladas, como mínimo, pero justo sus dos especialistas en esta demarcación, Joan Sastre y Fran Gámez, están en la enfermería.

Sedlar, por su polivalencia, sería quizá el mejor sustituto, pero también está lesionado. Por lo que toca improvisar de verdad. Después de que Sastre se viera obligado a pedir el cambio tras romperse frente a los catalanes, García Plaza decidió alinear a Lago Junior. El africano es una apuesta muy arriesgada. Es extremo e incluso a veces ha actuado como delantero esta misma campaña, pero carece de los mecanismos defensivos propios de un zaguero. Y eso le puede crear muchas dificultades a la hora de frenar a extremos habilidosos y un peligro serio una vez el balón esté dentro del área por la posibilidad de cometer penalti. Eso sí, el internacional marfileño sería un lateral de muy largo recorrido y si el Mallorca tiene la posesión podría ser un buen aliado de los atacantes por su proyección ofensiva.

Otra opción que también ha utilizado García Plaza es la de Russo. El argentino es un central solvente, aunque tal y como evidenció en el encuentro ante el Rayo Vallecano, después de la lesión de Fran Gámez, sufre a la hora de recular con extremos veloces. De hecho, Álvaro García le hizo complicó la vida en los primeros minutos, aunque después el sudamericano se entonó. La ventaja es que Russo es defensa y en situaciones difíciles sabe cómo reaccionar para detener al adversario. Eso sí, a la hora de subir la banda se notarían sus lógicas carencias con la pelota en los pies a la hora de centrar, entre otros detalles.

Otra posibilidad que se plantea el entrenador bermellón es la de colocar a Cufré en la derecha. Sobre el papel, es la menos dañina porque el ex del Velez es lateral y conoce a la perfección los mecanismos que exige este puesto, aunque tendría que jugar a pierna cambiada porque es zurdo. Además, Oliván le ha ganado la partida en las últimas jornadas, por lo que el catalán podría seguir en el flanco izquierdo, mientras que Cufré dejaría un banquillo que ha tocado muy pocas veces en lo que se lleva de curso.

Y todavía hay otra opción, ya que tirar del filial está descartado, aunque parece la más remota. Antonio Sánchez, que también tiene un perfil más ofensivo, ya actuó como solución de emergencia en el Mirandés la anterior campaña en el lateral derecho. La potencia y polivalencia del canterano, habitualmente titular como extremo, juegan a su favor, aunque en ningún caso es un defensa y debería adaptarse a un rol al que no está nada acostumbrado. Eso sí, a la hora de atacar sí podría ser un buen acompañante del jugador que esté por delante, como Mboula, y es indudable su sacrificio físico si el encuentro así lo requiere. Está por ver si Luis García desvelará la incógnita en la comparecencia de hoy ante los periodistas, aunque quizá prefiere no dar pistas al Albacete, el rival de mañana en el Carlos Belmonte a las 21 horas.

Dominik Greif

La agencia ‘Stars & Friends’, que representa al portero Dominik Greif, lamentó la actitud del Slovan de Bratislava para que el meta no firmara con los de Son Moix. «Tras llegar a un acuerdo con el Mallorca, llegó un borrador de acuerdo. Un borrador que los representantes eslovacos no comentaron durante 24 horas, lo que es muy poco habitual en esta etapa de las negociaciones. Tampoco lo es que fuera extremadamente difícil contactar con ellos por teléfono», explicó en una nota.