Conseguir un nueve goleador se ha convertido en una de las tareas más difíciles para el encargado de hacer los fichajes de cualquier equipo. El Mallorca no es una excepción y se viene hablando de fichar a un delantero centro desde que Budimir emprendió el camino de Pamplona. Esta semana con la marcha de Alex Alegría al Zaragoza el debate ha resucitado.

Visto lo visto ayer, el nueve que ha de llegar ha de ser el reserva de Abdón, no el hombre que lo ha de reemplazar. El artanenc demostró en apenas veinte minutos, con un gol, una asistencia de gol, y provocando la falta que dio origen al tercer tanto, que el puesto es suyo por méritos propios y que en Segunda es eso que algunos llaman un ‘killer del área’. Y sin olvidar el trabajo sin balón que hace, que es valorado sobre todo por el entrenador.

Al Mallorca este parón liguero le ha venido como anillo al dedo para volver a reencontrarse con el equipo que era. Una defensa que resistió todos los embates, aunque con el lunar del gol que Reina se medio comió a disparo de Advíncula. El centro del campo estuvo extraordinario con un Galarreta y un Salva Sevilla espectaculares, un Dani Rodríguez trabajador como pocos. Delante, con un Abdón casado con el gol, solo faltaba que Amath fuera el que hizo méritos para fichar por un Primera.

Para redondear la jornada, la victoria supone cuatro puntos, por el golaverage que no se suma en la tabla y por encima de todo hacer olvidar los vientos de crisis.