La pandemia de la covid-19 está haciendo estragos en el Real Mallorca, que le va a costar un mínimo de cinco millones de euros entre la pasada temporada y la actual. El club propiedad de Robert Sarver, que desde su llegada a la entidad en 2016 ha inyectado 51 millones de euros, ha visto cómo la excepcional situación provocada por el coronavirus ha reducido de forma drástica su maniobrabilidad económica.

Se las prometía muy felices el Mallorca la pasada temporada, en Primera División, cuando presupuestó unos beneficios de 17,5 millones de euros, ganancias por primera vez después de años de acabar en continuos números rojos. Una de las principales partidas en la que ha dejado de ingresar el Mallorca es en concepto de taquillaje y abonos. Solo la pasada temporada perdió cerca de un millón de euros por el cierre del estadio al público, y hasta tuvo que devolver el dinero recaudado -450.000 euros- por la visita del Barcelona, el primer rival tras el estado de alarma y que se jugó en el Visit Mallorca Estadi a puerta cerrada. Además, el club devolvió el 25 por ciento del abono del último curso a quien lo solicitara. De los 4,3 millones presupuestados por este concepto, la recaudación se redujo a apenas tres.

Para esta temporada, la del regreso a Segunda tras el efímero paso por Primera, el club tenía presupuestado unos dos millones por ingresos en concepto de abonos y taquillas. El club cobró a los doce mil socios que se dieron de alta el pasado verano -una cantidad considerable teniendo en cuenta el descenso- un 25 por ciento del abono por adelantado, que todo apunta que deberá devolver porque nada indica que los estadios se abran al público antes del final de la temporada. Por lo tanto, en este apartado no se ingresará ni un euro.

Los ingresos por televisión se rigen según lo previsto. El club cobró 43,6 millones en Primera División, una cantidad que se reduce en Segunda a 6,1 millones. Un alivio para el club han sido los trece millones de euros de ayuda al descenso, lo que le ha permitido contar con uno de los límites salariales más altos de la categoría. En el caso de no ascender esta temporada, este ingreso desaparecería la próxima campaña, lo que supondría un hándicap importante para una entidad que mantiene su estatus por el dinero inyectado por su propietario.

En el capítulo de patrocinio y publicidad también ha perdido el Mallorca de forma sustancial. En Primera División los ingresos ascendieron a 6,4 millones de euros. En Segunda estaban presupuestados unos cinco millones, una cantidad que puede ser sensiblemente inferior ya que los anunciantes han ido a la baja al ser víctimas también de la pandemia.

En cualquier caso, y pese a los muchos inconvenientes provocados por el virus, que ha sacudido el mundo del fútbol y del deporte, el Mallorca, liderado en el capítulo económico por el director general de negocio, Alfonso Díaz, ha reducido su deuda de 27 millones a 10,5 desde la llegada de Sarver. La ampliación de capital de nueve millones de euros el pasado mes de octubre ha mitigado en parte los perjuicios ocasionados por la covid-19.