El Real Oviedo, rival este domingo del Mallorca (21h), reanudó el trabajo ayer con las ausencias de Édgar González y Borja Sánchez, bajas que se mantendrán en los próximos días tras confirmarse sus positivos por Covid-19 en las pruebas a las que fueron sometidos los futbolistas del equipo asturiano antes de la vuelta a los entrenamientos. Ambos jugadores están aislados en sus domicilios y confirmaron ellos mismos tanto el resultado positivo de sus pruebas como su estado de salud, que es bueno en ambos casos, aunque Borja Sánchez mostró algunos síntomas de la enfermedad. «Llevaba unos días en aislamiento domiciliario por precaución, con síntomas leves, pero me encuentro bien y estoy siguiendo las indicaciones de las autoridades», señaló el delantero. Además del pivote, que ya era baja para el duelo ante el Mallorca por sanción y del extremo, Ziganda contó con dos ausencias más en la sesión de este lunes: Simone Grippo y Gabriel Brazao. El central sigue recuperándose de unas molestias, mientras que el portero tiene un permiso especial del club.