Goles, expulsiones, polémica arbitral... Hubo de todo y más en la derrota del Mallorca ante el Fuenlabrada (2-3). Un partido loco, valga el tópico, que se empezó a torcer con el gol anulado a Abdón por una supuesta mano previa de Raíllo. La expulsión de Braian Cufré en seis minutos y la del central cordobés en treinta segundos obligó a los bermellones a jugar con dos jugadores menos toda la segunda mitad en un encuentro marcado de principio a fin por la polémica actuación del trío arbitral encabezado por Iglesias Villanueva.

A ello se le suma que Manolo Reina vivió su peor tarde desde que viste la camiseta del Mallorca –un mal día lo puede tener cualquiera y más el de Villanueva del Trabuco–, aunque si algo dejó claro el encuentro es que Abdón suma y sigue en su idilio con el gol.

Gol anulado a Abdón

El tanto anulado a Abdón en el 12 de la primera mitad marcó el devenir de todo el encuentro. Tras una falta ejecutada por Cufré, Raíllo buscó el remate, el balón golpeó en un defensor, luego en la cabeza del cordobés y el rebote cayó a Abdón, que marcó a placer ante Belman. Iglesias Villanueva que fue el árbitro presente en la sala VOR en los dos penaltis señalados a favor del Mallorca en Cartagena decretó que había mano previa de Raíllo ante la incredulidad de todo el equipo y en especial del central mallorquinista, que se mostraba seguro de que había tocado el balón con la cabeza.

Tras avisarle la sala VOR de que fuera a revisar la jugada al monitor, dando ya por sentado que la acción era válida, necesitó cinco minutos para acabar ratificando su propia decisión.

Lo cierto es que en ninguna toma de televisión se pudo ver si fue mano o no, por lo que sirvió al colegiado para respetar su interpretación de la jugada inicial y no autocorregirse. En alguna toma se pudo apreciar que la mano de Raíllo estaba apoyada en la espalda del defensor, por lo que era imposible que le hubiese golpeado en la mano, por lo tanto fue un fallo garrafal del colegiado que aventuró malas consecuencias para el conjunto bermellón.

Cufré muestra su enfado tras ser expulsado ante el Fuenlabrada.

Braian Cufré

Nadie discute que la primera tarjeta amarilla que vio Cufré fue clara. En el minuto 24 cortó una contra del Fuenlabrada. Y solo seis minutos después, Franchu le regateó y encaró el área por la banda y Cufré, arriesgando en exceso, se lanzó al suelo desde detrás tocando balón y derribando al jugador azulón. Segunda tarjeta y al vestuario.

Una corriente defiende que, al tocar balón en primer lugar no debió ver la tarjeta y en lo que sería un error del árbitro. Otra, que a pesar de tocar la pelota derriba al jugador al mismo tiempo, por lo que la tarjeta es justa. Lo que está por encima de toda duda es que estando ya amonestado, ante un árbitro que tenía apuntada la matrícula de todos los jugadores desde la jugada del no-gol de Abdón por las protestas, debió ser mucho más precavido y no arriesgarse de tal manera, dejando al equipo con uno menos a falta de 70 minutos de partido. Una falta, además, que supuso el segundo gol para los visitantes y que se pusieran de nuevo por delante en el marcador tras empatar previamente el propio Cufré el encuentro.

Raillo protesta al colegiado tras anular el tanto de Abdón por mano.

Antonio Raíllo

Antonio Raíllo pecó ayer de inocente y pagó su sangre caliente con una expulsión totalmente evitable y que llevó a su equipo a encarar toda la segunda mitad en inferioridad de dos jugadores. Todo nació a raíz de la acción del gol anulado a Abdón por supuesta mano suya. El futbolista, como reconoció luego Luis García Plaza, estaba «muy quemado».

Y con su experiencia, sabiendo que el partido ya estaba cuesta arriba, en el último minuto del tiempo de descuento de la primera mitad, no puede repetir lo que hizo. Es cierto que la primera tarjeta, por propinar una leve colleja a un contrario, indicado por el colegiado en el acta como una acción «temeraria», fue un gesto que segundos antes realizó Joan Sastre sin recibir sanción alguna, por lo que o no fue tan grave o le molestó más que lo hiciera él.

Pero el fallo grosero llegó en la segunda. El árbitro, desafiante en todo el encuentro con los jugadores del Mallorca y en ocasiones con actitud prepotente, no dejó de buscarle con la mirada y Raíllo le protestó de malos modos. Salva Sevilla, que sí escuchó lo que dijo, intentó frenarle para evitar males mayores, pero el error ya estaba hecho y vio la segunda tarjeta amarilla y, por consiguiente, la roja.

Reina choca con Sastre y Kanté tras salir del área.

Manolo Reina

En un día en el que todo le salió en contra al Mallorca, Manolo Reina vivió uno de sus peores momentos como jugador bermellón. No se le puede achacar nada porque su nivel es espectacular y ha salvado al equipo en infinidad de ocasiones, pero no estuvo nada acertado, especialmente en el primer y tercer gol.

En el primero, erró gravemente al dejar suelto en el área pequeña el balón tras el saque de falta y facilitando que Pulido rematara. En el segundo, es cierto que el balón tocó en Amath y que eso le despistó, además que con la cantidad de jugadores que había de por medio no pudo hacer más que la estatua. Y en el tercero, cuando el equipo había logrado lo imposible empatando con nueve, despejó mal con los puños y dejó el balón muerto al borde del área para que Damián lo fusilara.

Abdón intenta regatear a un defensor del Fuenlabrada.

Abdón Prats

Más allá de la demostración de superación del equipo con dos menos en la segunda mitad, el gran nombre del partido fue, de nuevo, Abdón Prats. Marcó un gol, y pudieron ser dos si Iglesias Villanueva no hubiese anulado el primero. Al de Artà se le caen las dianas de los bolsillos seis en seis encuentros y, además, ofrece multitud de soluciones al equipo. Ante el Fuenlabrada se echó al equipo a la espalda y defendió, corrió, aguantó balones y pudo lograr el empate. Que no baje el ritmo.

Clasificación

La victoria del Espanyol ante el Almería (2-1), unida a la derrota del Mallorca ante el Fuenlabrada (2-3) provoca que los de Luis García Plaza pierdan la primera posición de la tabla en beneficio de los de Vicente Moreno antes de las vacaciones de Navidad. El conjunto blanquiazul es ahora líder con 42 puntos. Por su parte, el conjunto bermellón cierra la primera parte del curso con 41 puntos, doce victorias, cinco empates y dos derrotas. Por contra, mantiene los tres puntos de ventaja con el tercer clasificado, el Almería de José Manuel Gomes.