Luis García Plaza se mordió la lengua al entrar en la sala de prensa de Son Moix. El técnico del Mallorca no quiso valorar la actuación arbitral de Iglesias Villanueva, que anuló un gol a Abdón y expulsó a Cufré y Raíllo en la derrota ante el Fuenlabrada. «Tengo mucha categoría para no opinar sobre estas cosas. Si que digo, y no hablo de los árbitros, que competimos con dos grandes ciudades, Madrid y Barcelona, que nos están metiendo mucha presión. Creo que todo el mundo lo ha visto. La jugada del VAR es increíble porque no había ni una toma que sea vea si es mano o no mano. Estaba yo en el monitor», reflexionó. 

El técnico bermellón aseguró que esta semana ha sido «extraña» para el Mallorca. «Es una semana para analizar bien. Raíllo no viaja en Copa y se hace daño en un tobillo y juega tocado. Valjent se hace daño en la rodilla jugando a fúbol-tenis. Nos meten dos goles en dos faltas laterales sin peligro. Cuando llegamos a empatar enseguida llega la expulsión y gol. En el descuento llega otra expulsión», apuntó. «La segunda parte es de 10. Hemos tenido más ocasiones que ellos con nueve. Si nos tienen que pasar tantas desgracias que nos pasen todas en uno, porque la lista es eterna. Hemos sido merecedores del empate. Me han tocado la patata los jugadores», zanjó. 

Sobre el partido, el técnico criticó las dos primeros goles que encajó su equipo en el día de ayer. «Hay que corregir cosas. Los dos goles de falta lateral tenemos que corregirlos. Es autocrítica nuestra y no nos pueden meter esos goles. Su mayor peligro era ese y lo habíamos hablado en los entrenamientos» , lamentó. «En el tercer gol es un cúmulo de cosas. Me estaba desgañitando en el banquillo avisando de que fueran al rechace, pero es muy difícil. El Mallorca va a ser un duro competidor que a lo mejor la gente no pensaba que iba ser tan duro», añadió.

Luis García también valoró la expulsión de Raíllo al filo del descanso. «Está muy quemado por la mano. Me ha jurado que no era. De todas maneras, hay que saber estar, pero me dicen los compañeros que ha sido una protesta normal», concluyó.