La relajación que vivió por momentos el Mallorca le costó ayer encajar un gol, el cuarto de la temporada. Y Cufré tuvo culpa de ello. Tras una falta innecesaria de Sedlar, que entró para dar porrazos a diestro y siniestro, el argentino perdió la marca del central vasco, que remató muy solo de cabeza. A pesar del buen nivel del equipo, por primera vez en todo el curso bajó el pie del acelerador y el Castellón lo notó, creando más ocasiones de gol que nadie. Seguramente Luis García no esté nada contento cuando vea la acción repetida, porque el gol llegó por falta de tensión en la jugada al verse el partido prácticamente sentenciado.