En lo que va de temporada venimos ‘denunciando’ las carencias goleadoras del Real Mallorca, tanto como ‘adulando’ la capacidad defensiva del mismo, y los números antes de empezar el partido contra la Ponferradina así lo corroboraban. El Mallorca no llegaba a gol por partido y sin embargo solo había recibido dos en diez encuentros.

Pero en fútbol, cuanto más repites una cosa, más te acercas a que se produzca lo contrario para quedar mal ante los presentes.

Dicho esto, el Mallorca gana por 3-0, de manera convincente en lo que a efectividad se refiere pues el equipo del Bierzo fue mejor en los primeros veinte minutos.

No obstante su dominio dio paso a la efectividad bermellona y el máximo goleador, Dani Rodríguez, que no es delantero, sentenció con dos dianas antes del descanso.

Ya en la segunda parte, Antonio Sánchez adornó el marcador con un tercer gol que de no ser por la posterior falta de puntería ante el portero contrario y la cruceta, hubiera acabado en goleada.

Lo cierto es que el Mallorca se encontró ayer con una efectividad que rompió el molde y que le permitió a su entrenador lujos como cambiar a los tres futbolistas que estaban amonestados por otros tres que no alteraron el ritmo del partido.