Marc Cardona: «Hay veces que no te entra ninguna y otras que las metes hasta de espaldas»

Últimas horas para el cierre del mercado y le dicen que tiene que hacer las maletas rumbo a Mallorca. 

Fue todo muy rápido. Estaba en casa y me dijeron que querían que me fuese cedido. Cuando vi que tampoco me iban a dar oportunidades pues pensé que me tenía que ir. El Mallorca me parecía un proyecto bueno, a pesar de haber bajado a Segunda. Pienso que es un lugar bueno para recuperar la confianza y sumar minutos. 

¿Se lo esperaba?

Para nada. Además, ya había hablado varias veces con el director deportivo de Osasuna y ya le había dicho varias veces que no tenía intención de moverme. Estaba muy bien en Pamplona, había hecho un grupo muy bueno y estaba muy a gusto en la ciudad. Ellos también por su parte ni me dijeron ni me demostraron nada que hiciese entender que querían que me fuera. Por eso fue un poco raro al final. 

¿Qué espera encontrar aquí?

Llevo unos años buscando tener continuidad. Aquí hay un grupo bueno. Vamos todos hacia el mismo sitio para conseguir el objetivo de volver a Primera. A nivel personal espero contar con más minutos de los que he contado otras temporadas e intentar marcar goles. 

¿Qué impresión le ha causado el Mallorca?

Muy buena. Al final cuando llegas a un sitio nuevo te apetece conocer rápido a la gente y al club. Ya me había informado un poco. Allí en Pamplona estaba con Brandon, que es muy amigo mío, y me comentó cómo era la vida en Mallorca, las instalaciones del club y la verdad es que estoy muy contento. 

Al igual que Mboula ha saboreado lo que es jugar en la cantera del Barcelona, llegando a debutar con el primer equipo en la Liga de Campeones. ¿Se vive una realidad distorsionada en un club tan grande?

Depende de cada persona. Cuando llegué al Barça venía de jugar en un club humilde como es el Atlético Sanluqueño. No he estado mucho tiempo en la Masia, aunque me siento de allí. Allí cumplí el sueño de mi vida porque soy del Barça. Yo me dedicaba a entrenar y jugar los partidos. Creo que esto puede pasar si formas parte de los primeros equipos en clubes grandes y no cuando eres joven. Es importante no confundirte y no dejar que se te suba a la cabeza. Hay que centrarse en jugar, entrenar e ir haciéndote un nombre en el fútbol. 

Tras dos años en Primera le toca jugar en Segunda. ¿Es tan difícil como dicen?

Primera y Segunda son dos categorías muy diferentes. En ambas hay muy buenos equipos. En Segunda hay 10-12 equipos que luchan por ascender y otros tantos que luchan por evitar el descenso. Casi nunca un equipo está en zona de nadie, a no ser que cojas una racha muy buena como fue el caso de Osasuna cuando logró el ascenso, que lo dejó encaminado prácticamente en febrero. Todos los equipos están muy igualados, hay mucha igualdad entre el primero y el último. 

Con 25 años, se encuentra en una edad en la que le toca dar un paso adelante. 

Todavía soy joven. Es una edad que en la carrera de un futbolista puede que sea la mitad. Espero que sea un año muy bueno, me ha tocado venir a jugar al Mallorca. Ahora solo queda jugar para el equipo, intentar ganar cada fin de semana y lograr el objetivo.  

En dos temporadas tan solo ha logrado marcar cinco goles. ¿Qué ha fallado?

Es importante diferenciar las categorías. En el Barça B marqué 15 goles en Segunda B y luego 7 en Segunda. Las categorías se van complicando, hay mejores jugadores y otro nivel físico. No por marcar 30 goles en Segunda B o Tercera los tienes que marcar en Primera. O hay gente que es al revés, no marca en Segunda B o Tercera y luego en Primera, sí. En el Barça B tuve continuidad y me respetaron las lesiones. En el Eibar me estrenaba en Primera y al final siempre hay un entrenador que decide, y si no te pone tienes que trabajar para conseguirlo. No me quejo de falta de minutos, pero un poco de continuidad sí que me ha faltado. No le estoy echando la culpa a nadie, seguramente el principal culpable haya sido yo de no haber tenido continuidad. 

Llegó para sustituir a Budimir, el goleador del equipo. ¿Motivación o presión añadida?

Ha sido un cambio de cromos. Vengo aquí a jugar mi fútbol, que seguramente sea diferente al suyo. Por mi parte presión ninguna. Vengo a hacer mi trabajo, a ayudar y marcar goles que será bueno para el equipo y para mí. 

Siempre defiende que su posición es la de delantero centro, aunque García Plaza dijo que puede jugar en banda o en segunda punta ¿Es así?

Es verdad que puedo jugar en diferentes posiciones. Este fin de semana en Zaragoza jugué en punta e intercambiando posiciones con Amath. En Eibar jugaba en las bandas o delantero y en Osasuna de delantero. Al final lo importante es que puedo jugar en las cuatro posiciones de arriba, pero si me dieran a elegir una diría de delantero.  

¿Con gol se nace o se hace?

Creo que un poco de ambas. Con gol puedes nacer, te pueden caer algunas, pero otras las tienes que generar tú. Cada vez es más difícil marcar gol porque los equipos están muy bien trabajados en la faceta defensiva. Además, el otro equipo juega y tiene jugadores de nivel. Son sensaciones y rachas que todos conocemos. Hay veces que no te entra ninguna y otras que las metes hasta de espaldas. 

La falta de efectividad ha sido evidente en varios partidos. 

No sé decirte de los partidos antes de que yo llegara, pero ahora estamos generando muchísimo. Eso es bueno, porque significa que estamos bien y que el equipo es ambicioso porque siempre está pensando en atacar. Sí que es verdad que a la hora de materializar nos está costando, como ante el Albacete o el otro día en Zaragoza. Jugando así, tarde o temprano habrá partidos que ganaremos fácil, que marcaremos dos, una… Sería peor que no creáramos ninguna ocasión. 

¿Qué les dice García Plaza?

No nos dice nada a ninguno en particular: «Oye, tenéis que meterla». Obviamente es el primero que quiere que marquemos goles y nosotros los delanteros los primeros que queremos marcar. Cuando tenemos ocasiones no las fallamos a propósito. El míster nos dice que estamos haciendo las cosas bien, que en ataque generamos mucho y que en defensa todos los que juegan se dejan la piel para defender. En el momento en que entren y cojamos una racha pues será mucho mejor.

¿Cómo es en el cara a cara?

Aquí es uno más. No le conozco mucho porque llevo poco, pero me da la sensación de que es un futbolista más. Ha entrenado a muchos equipos. Es un entrenador que sabe llevar a los grupos, que se puede hablar con él y eso es bueno para los jugadores. Sé lo difícil que es ser entrenador porque solo juegan 11 en una plantilla de 24 y obviamente la gente que juega menos no está contenta, yo por experiencia propia lo sé. Todos tenemos que trabajar por un bien común y eso lo sabe hacer, sabe llevarnos a todos, que estemos metidos y ya se ha visto estas semanas con tantos cambios en el once. No hemos perdido ningún partido y eso habla bien del entrenador y de la plantilla.

¿Tanta rotación es buena para gestionar al grupo? A la larga puede ser un arma de doble filo.

Eso lo deciden los entrenadores. En estas semanas es normal que se rote porque han sido muchos partidos en pocos días y hay cansancio, la gente se lo deja todo en el campo. El míster es el que decide a quién pone. No sé quién ha jugado más minutos o menos, pero creo que todos los que han participado han respondido perfectamente. 

¿Qué le pide en el campo? Sus características poco tienen que ver con las de Amath, Abdón o Alegría. 

Que trabaje, eso es lo principal. Tenemos que hacerlo los que juegan de inicio como luego los que salen. Que aporte mi juego al equipo y si puede ser con goles, mejor. 

¿Entendió que después de marcar ante el Alcorcón fuese suplente frente al Málaga? Los entrenadores suelen mantener a sus goleadores en el once.

Sí, por mi parte no hubo ningún problema. Cuando me ha tocado jugar de inicio o de banquillo nunca me he mosqueado. Yo venía de una lesión y luego de jugar dos partidos en tres días. A todo el mundo le gusta jugar, pero si el entrenador creyó que era necesario que saliera desde el banquillo pues ya está. Además se ganó, así que eso habla muy bien también del grupo que tenemos y de los jugadores que hay. 

La mayor parte de la plantilla lleva junta varios años. ¿Qué tal su adaptación al grupo?

Muy bien. Se nota que llevan varios años juntos. Soy un chico que me gusta hablar con todos, integrarme rápido y la verdad es que me lo han puesto muy fácil, desde los compañeros, al cuerpo técnico y trabajadores del club. Prácticamente estoy integrado a tope y ahora tenemos que centrarnos en jugar y ganar.

¿Hay alguien que le haya sorprendido?

Todos en general. Se ve que se entienden y se conocen mucho jugando. Ahora estoy intentando conocerlos en el terreno de juego. Ya llevo unos cuantos partidos y prácticamente soy uno más en el equipo. Eso es bueno.

Terceros en Liga, nueve partidos sin perder… ¿Puede haber un exceso de confianza?

Para nada. Cuando un equipo lleva nueve jornadas sin perder no es por suerte ni por casualidad. Eso dice que trabajamos mucho, que a los rivales les cuesta mucho llegarnos al área. No hay ningún motivo para confiarse porque estamos en la jornada 10 y queda todavía muchísimo, pero creo que es el camino que tenemos que seguir para en el mes de mayo llevarnos una alegría. 

El Mallorca está diseñado para lograr el ascenso. ¿Sería un fracaso no lograrlo?

No lo veo así. Siempre hay otros equipos que pelean por lo mismo, sobre todo en esta categoría. Más que una obligación para nosotros, lo veo como una carrera de fondo. Todo se va haciendo poco a poco y al final puedes subir o no por cualquier cosa, en el fútbol nunca se sabe. En un partido determinante puede haber una expulsión, un penalti… Hay que vivir cada día y centrados en el partido que nos toque cada fin de semana. Aquí desde el primero hasta el último todos queremos ascender y para eso trabajamos.