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Minuto 91

El coronavirus hace estragos en el deporte balear

El CB Llucmajor aprovecha el parón en la Liga EBA para disputar amistosos.

El deporte mundial y el español y balear en particular no se escapa a la pandemia que está dejando exhausto al mundo tras nueve meses de lucha y demasiados palos de ciego. El calendario deportivo se está viendo alterado más de la cuenta por el dichoso patógeno, que interrumpe día sí, día también, un montón de partidos de la disciplina que sea. No hace falta irse muy lejos para comprobarlo. En Mallorca, el Palma Futsal no ha podido jugar contra el Movistar Inter por casos de covid-19 en el equipo madrileño; sin dejar el fútbol sala, el Gasifred tampoco ha competido, al igual que el Ibiza de Segunda B, el Voleibol Muro, los juveniles San Francisco y Mallorca, el Andratx de Liga Femenina2 de baloncesto, el Llucmajor de EBA, el Consell Air Europa, el Murense ante el Alaró en Preferente o el Felanit-Portmany. Por no hablar del Shamrock de rugby femenino, que no tiene previsto empezar la Liga antes del 15 de diciembre. Una tragedia que se va sorteando como se puede pero que se desconoce su desenlace.

Sorprendió la reacción de Enric Mas a su llegada al Angliru, la etapa reina de la Vuelta, donde llegó en tercera posición, luchando por la victoria hasta casi el final. Y sorprendió porque no es normal que un ciclista, practicante del que posiblemente sea el deporte más duro de cuantos haya, pida perdón a los aficionados por no haber ganado. El corredor de Artà lo intentó de todas las maneras, demostró estar entre los mejores y cuando se deja todo sobre la bicicleta, está de más pedir perdón. La victoria en la Vuelta está complicada por la talla de sus rivales, pero en sus manos está repetir el podio de hace dos años.

De un campeón a otro. Izan Guevara se proclamó ayer a sus 16 años campeón del mundo junior de Moto3, una gesta que le marca el camino para continuar la estela del gran Jorge Lorenzo, Joan Mir, Augusto Fernández y el siempre añorado Luis Salom. Este chico promete desde que de muy pequeño se subiera a una moto. Lo tiene todo para despuntar, sobre todo calidad y pasión, y en ello está. Lo peor que podría hacer es conformarse con lo que ha conseguido, que es mucho, pero muy poco con lo que puede llegar a lograr.

Empieza a dejar de ser noticia que el Mallorca empate sin goles sus partidos. Cinco de los diez que ha disputado en la Liga han acabado con empate a cero, lo que demuestra dos cosas: su dificultad para marcar y su facilidad para mantener su portería imbatida. Por lo visto en La Romareda, el punto obtenido sabe a poco, pero hay que quedarse con el malestar de la plantilla por no haber logrado una victoria que no hubiera sido injusta.

Tiene Benzema una facilidad para meterse en problemas que asusta. Primero fue su litigio con la justicia por presuntamente chantajear a Valbuena, una actitud que le ha costado su presencia en la selección francesa. Y, cuando después de mucho tiempo ha conseguido que todo el madridismo se rinda a sus pies, por su indiscutible calidad, vuelve a liarse la manta a la cabeza al ser cogido ‘in fraganti’ por las cámaras de televisión diciéndole a Mendy que no se la pase a Vinicius porque «juega contra nosotros». Un caso de estudio.

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