Los momentos de crisis invitan siempre a la llamada grupal y es lo que ha hecho Rubén Baraja con el compromiso ante el Mallorca este domingo por delante y tras cuatro partidos sin ganar y un varapalo en Anduva que ha escocido mucho y que le ha dejado en una posición delicada. Su entrenador en el Valencia, Rafa Benítez, aludía, y alude, mucho a la manada y a la fuerza del grupo muy por delante de la del lobo por sí solo y Baraja acudió a ese mismo guion antes de un compromiso que puede ser clave en su futuro: «Tenemos que hacer equipo, construirlo en torno a la idea que tenemos y los jugadores tienen que dar una respuesta positiva ante la dificultad, en Miranda lo hicimos y hay que volver a hacerlo contra el Mallorca. La fuerza del grupo es la que te hace persistir en la idea, hay que estar todos preparados para aportar. Ellos quieren, empujan y están con fuerzas de revertir la situación», asegura el técnico zaragocista, también consciente de que su crédito está empezando a agotarse y que necesita de una reacción urgente para tranquilizar las aguas y que su despido no se convierta en algo muy próximo.

«Más allá de los resultados no estamos tan lejos de competir para ganar un partido»

Eso empieza por ganar al Mallorca tras el duro golpe ante el Mirandés, con ese gol sobre la bocina de Moha. «Jugar cada tres días te da la posibilidad de no pensar mucho en lo que pasó. El rival ahora es de los mejores de la categoría y eso te da la oportunidad de hacer las cosas bien, de buscar el resultado y cambiar la dinámica», sentencia Baraja, que se esfuerza en ver una evolución positiva en su Zaragoza, por mucho que los resultados no lo digan, aunque es cierto que en Anduva el equipo dio mejores muestras en ataque. «Ofrecimos buenas señales de querer crecer y mejorar, pero el resultado no acompañó. En el momento de dificultad en el que estamos hay que tratar de estar lo más positivos posible. Salí satisfecho del esfuerzo de los jugadores, de la búsqueda de lo que queremos ser, porque más allá de los resultados no estamos tan lejos de competir para ganar un partido. Esa es la forma de afrontar este nuevo encuentro», resume, todavía dolido por el despiste defensivo que ocasionó el gol del Mirandés sobre la bocina, porque esas concesiones «nos están costando puntos».

«El Mallorca es un enemigo poderoso, de los mejores de la categoría»

«Una de las cosas que más me duelen de este momento es que esforzándote tanto no estás consiguiendo resultados. Lograrlo ante el Mallorca nos daría más seguridad y confianza y reforzaría el trabajo que venimos haciendo», incide el entrenador zaragocista, consciente también de que el equipo tras el parón del curso pasado por la pandemia es un dolor en La Romareda sin el calor de su gente. En 11 partidos entre la temporada anterior y la actual solo ha ganado dos y ha perdido hasta siete. «La Romareda tiene que ser importante, ya que es nuestra casa, tenemos que tratar de ser dominantes y sentirnos cómodos para llevar el peso. Ha habido fases en la que lo hemos conseguido pero nos falta ese partido de lograrlo con continuidad».

Esa persistencia en la senda correcta es clave para que el Zaragoza pueda superar a un Mallorca que le exigirá «un encuentro muy completo. Tenemos que sentirnos bien, cómodos con el balón y no conceder mucho atrás porque el rival no encaja apenas y tiene mucha pegada arriba. Es un enemigo poderoso», resaltó, para ahondar más en las virtudes del rival: «Viene con una dinámica muy positiva, con puntos y con confianza en lo que hacen. Conserva una buena base del año anterior, que ayuda para ser un equipo cuanto antes y hablaban de una racha histórica por no encajar goles», alabó Baraja, aludiendo a los ocho partidos sin encajar hasta que el jueves, por medio de Pablo Chavarría, el Málaga batió a Reina en la victoria bermellona por 3-1. «Todo eso tiene que ser una motivación para dar nuestra mejor versión de manera individual y como equipo», concluyó.