Raíllo no entiende de rotaciones

Con Vicente Moreno y con Luis García. Antonio Raíllo (Córdoba, 29 años) es indiscutible para todos los entrenadores que se sientan en el banquillo del Visit Mallorca Estadi. En plena vorágine de rotaciones en las dos últimas semanas impuesta por el apretado calendario -cinco partidos en quince días-, Raíllo es ya, junto al guardameta Manolo Reina, el único futbolista de la plantilla que ha disputado los 900 minutos que se llevan de Liga.

El entrenador del Mallorca ha utilizado a 23 jugadores en los cuatro partidos disputados en los últimos doce días, y veinte de ellos han sido titulares en alguno de ellos. Raíllo en todos, y no parece que el técnico tenga intención de concederle descanso. Es el otro yo de Luis García en el terreno de juego y forma junto al eslovaco Valjent la que posiblemente sea la mejor pareja de centrales de la categoría.

Valjent, otro fijo del madrileño, solo ha dejado de jugar por sus compromisos con su selección y por precaución al haber estado en contacto con sus compañeros de selección, muchos de ellos positivos por covid-19.

Raíllo, ahora querido por la afición pero odiado cuando el equipo descendió a Segunda B en la temporada 2016/17, renovó el pasado mes de junio hasta 2024 tras desatascarse la negociación con la salida del que fuera consejero delegado Maheta Molango, con quien no acabó bien.

El jugador no se sentía valorado y con la llegada de Pablo Ortells al frente de la dirección deportiva, dio el paso adelante para renovar. Y no se ha arrepentido ni el jugador ni el club, que ve en el futbolista un referente para los que vienen detrás.

Raíllo cumple su quinta temporada en el Mallorca, con el que ha jugado 130 partidos y marcado cinco goles, el último el pasado jueves ante el Málaga y que supuso el 2-0 para los rojillos. Luis García amagó con concederle descanso ante los andaluces, pero al final desistió, en perjuicio de un Russo que ha estado a una gran altura en los partidos en los que ha sustituido a Valjent. Habrá que ver lo que hace mañana en La Romareda, pero hasta ahora está claro que Raíllo no entiende de rotaciones.

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