Dos zarpazos en tres minutos le bastaron ayer al Mallorca para sumar su cuarta victoria de la temporada. Antonio Sánchez en el minuto 18 y Marc Cardona en el 21 pusieron en clara ventaja al equipo de Luis García, al que le salió que ni pintada su apuesta por las rotaciones. Hasta seis cambios hizo el técnico mallorquinista con respecto al partido del pasado jueves contra el Albacete, demostrando que tiene fondo de armario para afrontar una competición tan larga y complicada como la Segunda División. Febas, Antonio Sánchez, Galarreta y Oliván, entre otros, consiguieron que no se notaran las ausencias de Baba, Salva Sevilla o Dani Rodríguez, tres indicutibles en las últimas temporadas, también en esta.

Era un partido para que los jugadores menos habituales se reinvindicaran. Y bien que lo hicieron. Tras un primer cuarto de hora en que los dos equipos se estudiaron, con susto incluido para los rojillos en el minuto 4 con el remate al palo de Hugo Fraile -el tercero en lo que va de campeonato en la portería de Reina-, el conjunto rojillo comenzó a carburar. Y lo hizo de forma letal. A los 18 minutos, Lago, en posición de extremo, pasó el balón a Febas, que le regaló el balón a Antonio Sánchez. El mallorquín frenó el balón con el pecho y su zurdazo se coló en la portería de Dani Jiménez. Un gol de bella factura que cambió el decorado del partido. Ya solo había un equipo sobre el terreno de juego. El Mallorca no se conformó y tres minutos después marcó el segundo. Sastre, que reaparecía tras cumplir su partido de sanción, centró a Marc Cardona en posición de extremo. El catalán, con la zurda y al primer toque, remató esquinado, junto al poste derecho del guardameta del Alcorcón. Al fin un '9' del Mallorca celebraba un gol. Abdón y Alegría, que con la llegada de Cardona desaparecieron de escena, se mostraron negados de cara a puerta. Este gol debe dar confianza al jugador de Osasuna la pasada temporada ya que en las dos últimas presentaba un triste balance de cuatro dianas.

El Mallorca se pudo ir al descanso con un tercer gol si, a pocos segundos de que el colegiado decretara el camino de los vestuarios, el remate de cabeza de Raíllo no se hubiera estrellado en el larguero. Una lástima porque hubiera sentenciado el encuentro, si no lo estaba ya.

Los rojillos tuvieron la virtud en la segunda parte de afrontarla como si no tuvieran dos goles de ventaja. Confiados en su extraordinaria defensa -un gol en ocho jornadas-, el equipo de Luis García entró concentrado con la idea de replegarse para dejar pocos espacios a los jugadores locales. A los cuatro minutos Sastre vio tarjeta amarilla por una falta clara. Dos minutos después se jugó la segunda, no porque cometiera falta, sino porque el roce de su mano derecha 'provocó' la caída de un rival como si hubiera muerto. No picó el colegiado, pero no se la quiso jugar Luis García y, antes del primer cuarto de hora, sustituyó al de Porreres por Fran Gámez. Decisión acertada para eludir riesgos. La ventaja de dos goles siempre es cómoda, pero con media hora por delante, los nervios hubieran llegado en el caso de que el Alcorcón hubiera acortado distancias.

Aparte de los dos goles, que rompe una racha de 180 minutos de sequía, la otra gran noticia para el Mallorca es que, un partido más, mantiene su portería a cero. Reina batió su récord personal de imbatibilidad a los ocho minutos de partido. Ya son siete partidos consecutivos sin encajar para un total de 671, una marca más que meritoria y que habla muy bien del excelente engranaje defensivo montado por Luis García. Ayer fue otro buen ejemplo de que todo el equipo tiene muy claro que cuando toca defender, se defiende. Esto provoca que Reina apenas tenga que intervenir. Con esta clara victoria, el equipo se coloca tercero en la clasificación, a dos puntos del líder Espanyol.

En el tramo final, Luis García dio entrada a Abdón, Dani Rodríguez, Luka y Salva Sevilla. El partido estaba decidido por la solvencia visitante y por la inoperancia del Alcorcón, cuyos jugadores bajaron los brazos demasiado pronto. Una victoria, obtenida en un campo donde nunca se había ganado antes, que da un plus de confianza después de los dos últimos empates. El domingo, sin tiempo para saborear el triunfo, espera el Málaga en Son Moix.