Todavía se estará preguntado Salva Sevilla cómo pudo fallar el penalti. Si lo hubiera marcado el Mallorca habría estado más cerca de sumar los tres puntos y no tener que conformarse con un empate que sabe a poco. Los bermellones se las prometían muy felices cuando Silvestre cometió falta dentro del área sobre Mboula. Era el minuto cincuenta y tres y necesitaban ponerse por delante como fuera. Sin embargo, el portero manacorí Tomeu Nadal adivinó la intención del almeriense en su lanzamiento raso y flojo a la derecha de la portería. En Lugo ya dio la victoria gracias a su acierto desde los once metros, pero ayer no se repitió la historia en Son Moix. Y eso que con su entrada al campo al sustituir a Sedlar el equipo mejoró. Se quedó sin la gloria.