El Mallorca tuvo las mejores ocasiones y el Albacete perdonó la más clara, la única que tuvo. Este podría ser el resumen del encuentro que disputaron ayer mallorquines y manchegos y que supuso la segunda decepción de los rojillos en Son Moix. Los locales no pasaron del empate y se dejan dos puntos que le frenan en su pelea por estar entre los mejores. Pudo ganar el equipo de Luis García si Salva Sevilla no llega a fallar un penalti cometido sobre Mboula a los siete minutos de la segunda parte. En el partido en el que más ocasiones ha creado, los de Son Moix se quedan de nuevo a cero. La sensación, una vez más, es que el equipo ha de generar oportunidades a raudales para transformar una. 

Con la mente puesta en el inmediato calendario, con tres partidos más en nueve días, Luis García optó por una pequeña revolución en el once, con más sorpresas de las previstas. Sedlar hacía, o lo intentaba, del lesionado Baba; Galarreta la de Salva Sevilla, Fran Gámez jugó por el sancionado Sastre y Cardona en punta como hombre más adelantado. La verdad es que el primer cuarto de hora del conjunto rojillo fue más que interesante, con continuas llegadas al área de Tomeu Nadal, guardameta del Albacete y único mallorquín en el terreno de juego. Pero todo tiene una cara B, a la que desgraciadamente el Mallorca se instaló muy pronto. Entró el equipo en una fase de abulia, de conformismo o de impotencia, vaya usted a saber, incapaz de superar la nutrida defensa manchega.

Amath tuvo la más clara a los trece minutos en un rápido contragolpe iniciado por un robo de balón de Galarreta. Dani Rodríguez dio un pase milimétrico al senegalés y su remate se fue desviado por muy poco.  

El nuevo doble pivote, Sedlar y Galarreta, no consiguió hacer olvidar a Baba y Salva Sevilla. El serbio se tuvo que retirar a cinco minutos del descanso al sufrir un fuerte golpe en su hombro derecho al chocar violentamente con Álvaro Jiménez en el minuto 32, lo que le costó la tarjeta amarilla que nunca falta cuando está en el terreno de juego. Es Sedlar un jugador rudimentario, limitado técnicamente y que basa todo su potencial en su corpulencia. Es una roca, pero también un peligro porque siempre roza la expulsión. Dejó su sitio a Salva Sevilla, lo que a priori parecía una buena noticia para el equipo. Y lo fue, aunque fallara el penalti, porque el equipo empezó a combinar con él en el terreno de juego. 

Salva Sevilla, pese a fallar el penalti, fue el mejor de su equipo. Con su entrada, empezó a combinar

Sedlar, sustituto del lesionado Baba, es una roca, pero también un peligro, porque siempre roza la expulsión

El Albacete entró mejor tras el descanso. Se pudo adelantar en un cabezazo a bocajarro de Kecojevic, pero su remate se fue fuera. Y del posible 0-1 al posible 1-0 cuando Mboula fue derribado en la acción siguiente por Silvestre, en una de las pocas veces en las que se dejó ver. El penalti lo lanzó, muy mal, Salva Sevilla, prácticamente al centro y raso. El balón lo detuvo Nadal, el mejor del partido, sin excesivos problemas. 

El Mallorca tuvo otra buena ocasión cuando a los 59 minutos, primero Dani y después Cardona tuvieron el gol en sus botas. El remate del gallego fue detenido por Nadal y el del catalán, de tijera, por Caballo sobre la línea de gol. 

La siguiente ocasión fue para el Albacete, la más clara del partido. En una falta favorable a los locales, cerca del área manchega, Salva Sevilla sacó en corto hacia Galarreta y el remate de este rebotó en Ortuño. Con todo el campo por delante, Manu Fuster condujo el balón y, cuando se plantó ante Reina, le pegó un ataque de generosidad y se la pasó, mal, a Ortuño, para suerte de un Mallorca que ya se veía perdido. 

Luis García buscó hombres de refresco, y Antonio Sánchez, Febas y Lago entraron por un desdibujado Galarreta, un cabreado Dani, mosca por el cambio, y Mboula, del que se espera mucho más. El partido acabó con el empate sin goles, que frena la buena marcha del Mallorca, que por ocasiones mereció más. Si no lo consiguió fue por la gran actuación de Nadal bajo los palos, deteniendo un penalti y con un paradón a saque de falta de Cufré.

En el partido en el que se han creado más ocasiones, el equipo se ha vuelto a quedar a cero. Toca insistir.