En el minuto 74 de partido, el entrenador del Mallorca Luis García Plaza se vio obligado a cambiar de planes.
Tenía previsto dar entrada en el campo a Galarreta y Mboula para buscar sentenciar con un gol dando un pasito más al frente cuando una acción precipitada de Joan Sastre dejó al equipo con diez y se vio obligado a dejar sentado a Mboula para dar entrada a Fran Gámez y no desequilibrar la línea de cuatro en defensa.
Quizá la valentía total hubiera sido esa, dejar tres atrás e ir a por el partido, pero existía el riesgo de encajar y acabar perdiendo por la mínima. Dicho esto, que probablemente cambió el rumbo final del partido, el resto del encuentro fue el de siempre esta temporada, es decir, que no hay quien le meta un gol al Mallorca (cinco partidos consecutivos sin encajar), pero solo ha marcado cuatro, dos de ellos de penalti, otro a la salida de una falta y solo uno en jugada.
Solidez defensiva y rentabilidad total en ataque y un concepto futbolístico base: si no puedes ganar, por lo menos no pierdas. En el capítulo de nombres hay dos nuevos debutantes: Amath y Carmona. El primero dejó pinceladas de gran calidad y el segundo no entró en juego.
Excepto los porteros suplentes ya ha jugado toda la plantilla, unos más y otros menos.
