Todo estaba a punto; el histórico Espanyol (84 años en Primera), máximo favorito al ascenso por plantilla y presupuesto, contra otro candidato, el Mallorca; ambos recién descendidos y obligados a ponerse el cartel y ‘solo’ separados por el nivel presupuestario con lo que ello conlleva, según dijo Luis García Plaza. Además, el morbo estaba servido con la presencia en el banquillo catalán de Vicente Moreno, entrenador del Mallorca los últimos tres años, héroe para unos, villano para otros.
El resultado: 0-0. Con todos estos aditamentos, ¿qué pasó? Nada. Espanyol y Mallorca jugaron un partido de tintes tácticos a la espera de encontrar un error, una jugada a balón parado y poco más.
Después de una primera jornada deslumbrante de los blanquiazules, ha resultado que el Espanyol no se come a nadie, o el Mallorca no se lo permitió, mientras que el Mallorca no marca un gol ni a tiros.
Budimir ni está ni se le espera y Alegría y Abdón se han repartido la titularidad en dos partidos y han aportado trabajo sin goles. Un punto y cero goles en dos partidos es poco bagaje para un equipo a medio hacer, por los que se irán, los que vendrán y los que han venido pero aún no están.
Que pasen los siguientes; Sabadell y Tenerife, ¿marcará el Mallorca?
