Alejandro Pozo (Huévar de Aljarafe, Sevilla, 1999) siempre soñó con debutar en el primer equipo de Nervión. Tras pasar por el juvenil, el Sevilla Atlético y una cesión en Granada, la oportunidad para el rápido y habilidoso atacante llegó el pasado mes de septiembre, cuando Lopetegui le alineó como titular ante el Qarabag, en la primera jornada de Europa League. Pero, a diferencia de lo que estaba acostumbrado, lo hizo alejado del área contraria. El técnico vasco le situó en el lateral derecho, una decisión que ha acabado marcando su temporada y mañana, con la camiseta del Real Mallorca, jugará de nuevo en el Sánchez Pizjuán.

Aprovechando el invento de Lopetegui y el bajo rendimiento de Joan Sastre, Pozo se ha convertido en una pieza indispensable para el engranaje de Joan SastreVicente Moreno. Llegó en el mercado de invierno y debutó en la abultada victoria frente al Valencia (4-1), pero su primera titularidad no llegó hasta tres jornadas después, ante el Espanyol. Desde entonces, el sevillano ha jugado de inicio los trece partidos disputados. Ni el frenético ritmo de la competición tras el parón ha podido con él.

Aunque en muchas ocasiones se note la falta de experiencia como defensa, su aportación ofensiva y buena conexión con Kubotras la reanudación del campeonato. Lleva un gol, ante el Celta, y dos asistencias, la última de ellas la pasada jornada ante el Levante. Su preciso centro al segundo palo fue aprovechado por el Cucho para adelantar al equipo, en el que fue uno de los mejores partidos del canterano sevillista con la camiseta bermellona.

Jordi Alba, Gayà o Jesús Navas ya retrasaron su posición del extremo al lateral. Precisamente, cuando regrese al Sevilla y gracias a su reconversión, Pozo podría tener la oportunidad de disputarle el puesto al capitán sevillista y luchar por volver a jugar en el Sánchez Pizjuán.