Se han pasado la mayor parte de la temporada en el banquillo o en la grada, pero por actuaciones como la de anoche le dieron la razón a Vicente Moreno. Sedlar y Trajkovski, dos de las grandes novedades del once del Mallorca, perjudicaron gravemente a su equipos en dos acciones decisivas para facilitar el triunfo del Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano (3-0).

Y todo sucedió en la primera parte, justo cuando los bermellones estaban cuajando una actuación más que digna. Hasta que Sedlar, que fue titular por la sanción de Valjent, cometió un penalti muy ingenuo. El central serbio entró en una lucha cuerpo a cuerpo dentro del área con Morata con tanta fuerza que le acabó agarrando cuando ya le había ganado la posición. Alberola Rojas no dudó a la hora de señalar un penalti evitable a todas luces y que solo evidenciaba la inocencia del defensa. Era el decimoquinto que le señalaban al Mallorca este curso, todo un récord negativo en la historia de la Liga.

El Lleida, en la temporada 1950/1951, y el Racing de Santander, en la 1986/1987, también recibieron quince penas máximas en Primera División, según la Cadena Cope. Pero el balcánico todavía tendría protagonismo en un momento en el que los focos deberían haber sido para Manolo Reina. El portero malagueño adivinó la intención de Morata en el tiro desde los once metros y despejó como pudo, el balón quedó muerto en el interior del área y fue el propio Sedlar el que envió el balón fuera antes de que el ariete colchonero llegara a rematar. No obstante, apareció el VAR, con Munuera Montero, para invalidar la acción para indignación de unos y alivio de otros. Todo hacía pensar que el motivo era que Reina se había adelantado en el lanzamiento, pero el motivo fue otro. Sedlar se había metido en el área incluso antes del tiro de Morata y eso, además, le había dado ventaja para llegar antes al rechace del meta. Los jugadores del Mallorca no se lo podían creer, y eso que no habían visto que había otros futbolistas rojiblancos que también estaban dentro del área. Morata, a la segunda, no falló y batió a un impotente Reina. Incluso Moreno le pidió explicaciones al propio colegiado en la pausa para refrescarse, pero ya no había nada que hacer. Sin embargo, no se había llegado a la media hora del choque y no estaba todo decidido.

Pero antes del descanso llegó otro mazazo. Trajkovski, en una acción incomprensible por su experiencia, perdió en su propia área la pelota cuando lo más fácil era despejarla. Intentó jugarla y eso solo sirvió para que el Atlético la robara, Llorente centrara y Morata, otra vez, pusiera el 2-0 en el marcador. Fue el principio del fin del encuentro.