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Primera División

Catorce penaltis en contra, catorce

La pena máxima cometida por Pozo sobre el celtiña Mina es la última señalada contra el Mallorca en una lista de récord

Momento en el que el delantero del Celta Iago Aspas lanza el penalti que supuso el 3-1 ante el Mallorca. efe

Pocos aficionados podían imaginarse que los dos penaltis señalados contra el Mallorca en Mestalla, en la tercera jornada, serían los primeros de una larga lista de penas máximas pitadas contra el equipo de Vicente Moreno. Los penaltis cometidos por Raílloy transformados por el capitán che Parejo sellaron la victoria valencianista.

La escasa destreza de los rojillos en su área han significado muchos puntos. De los catorce penaltis pitados, solo uno ha sido fallado por los rivales. El lanzado por el hoy retirado Aduriz, que en el último minuto vio cómo su lanzamiento era detenido por Reina. Ha sido el único penalti parado por el guardameta malagueño, uno de los más regulares de una temporada que está resultando aciaga. En ese mismo partido, Abdón falló el suyo, lo que impidió la victoria mallorquinista.

Un triste protagonista en este apartado es Lago Junior. El pasado domingo, ante el Athletic en San Mamés, cometió su tercer penalti de la temporada, posiblemente el más inocente de los tres que le han pitado -uno ante el Valencia en Mestalla y otro en Mendizorroza ante el Alavés-, derribando al veterano Raúl García en su intento por bajar a defender un centro lateral y arrollando y chocando levemente con el centrocampista. Con este penalti, Lago es el primer atacante que comete tres penas máximas en una misma temporada desde la campaña 2005/2006.

El VAR ha jugado casi siempre en contra de los intereses mallorquinistas. En el partido del martes, contra el Celta, De Burgos Bengoetxea quiso compensar el que concedió al Mallorca tras la consulta más larga al videoarbitraje, 318 minutos, considerando infracción el derribo de Pozo sobre Santi Mina. Dio la impresión de que ninguno de los dos lo fue, pero lo cierto es que el que señaló contra los rojillos era el decimocuarto de la temporada, unos números nefastos que explican en parte la situación del equyipo.

De los catorce, cinco han sido en Palma, que es cuando más sufre el equipo al ser dominado por sus rivales. Con estos números y esta trayectoria, no es difícil imaginar que el del martes ante el Celta no será el último que le piten al equipo. Las visitas al Atlético de Madrid y al Sevilla se antojan muy complicadas por la necesidad de ambos de jugar la Liga de Campeones.

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