El entrenador Gaizka Garitano subrayó ayer que, tras la victoria frente al Mallorca en San Mamés (3-1), en los tres próximos partidos, frente a Valencia, Real Madrid y Sevilla, le llega al Athletic Club "la hora de la verdad" en su pelea por tratar de lograr una plaza europea para el próximo curso. "Son palabras mayores, pero si queremos optar a esos puestos tenemos que dar un golpe sobre la mesa y ser capaces de ganar. Son partidos clave y es cuando tenemos que dar nuestro máximo nivel", dijo el técnico vizcaíno tras el choque ante el conjunto bermellón.

Acerca de ese encuentro, Garitano admitió que, a pesar de haberse puesto con un 2-0 a favor antes de la media hora, su equipo estuvo "más espeso" que en otros encuentros y reconoció que esos tantos de Raúl García, de penalti, y Oihan Sancet no llegaron como consecuencia de "una secuencia constante de ataque". "Todos los partidos son complicados y cuesta cerrarlos. Ha habido un momento en el que nos han puesto las cosas difíciles. ¿Que si he visto peligrar la victoria? Por supuesto. Los partidos en Primera hay que trabajarlos mucho porque todos los equipos tiene calidad y cuesta sacar los tres puntos", recalcó.

Por otro lado, Garitano confesó sentirse "muy contento" de los goles marcados por dos jugadores "jóvenes de presente y de futuro" como Villalibre y Sancet. Y desveló que Iker Muniain, sustituido a la hora de partido, jugó después de haber sufrido un contratiempo físico en el entrenamiento del viernes.

Por último, cuestionado sobre Beñat Etxebarria y Mikel San José, que finalizan su contrato el próximo martes, 30 de junio, señaló que la respuesta a su posible continuidad hasta el final de la actual temporada "es un tema del club". "Son dos jugadores que entrenan magníficamente y que están en dinámica de juego, aunque ahora estén jugando más otros. Cuando llegue el día ya os lo comunicará el club si siguen o no. Yo soy el entrenador, les tengo que entrenar y lo hago encantado porque son dos fenómenos a nivel futbolístico y humano", destacó satisfecho el preparador vasco.