Luka Romero entró anoche en la historia del fútbol español luciendo la camiseta del Mallorca. El joven canterano bermellón es desde ayer el jugador más joven en debutar en la Primera División. Nacido en México, de padres argentinos, ha cumplido su gran sueño cuando sus compañeros solo se lo pueden imaginar mientras intentan emular a sus ídolos con la consola. Entró en el minuto 82 sustituyendo a Baba en un instante que quedará en su retina para siempre.

"Ha sido un momento inolvidable. Gracias a todo el cuerpo técnico y al Mallorca por haberme dado esta oportunidad. Nunca olvidaré este día. Fue una lástima perder, pero seguimos creyendo", escribió en las redes sociales minutos después de finalizar el duelo, cuando el equipo ni siquiera había abandonado las instalaciones del Real Madrid.

Nacido el 18 de noviembre de 2004, Luka Romero Bezzana ha superado por pocos días (ha debutado con 15 años y 219 días) a Francisco Bao Rodríguez(Celta, 1939-40, con 15 años y 255 días), Pedro Irastorza (Real Sociedad, 1933-34, 15 años y 288 días) y Óscar Ramón Pellicer (Zaragoza, 1984-85, con 15 años y 289 días) en un ranking de adolescentes debutantes en la elite poco extenso y que había tenido como último nombre al camerunés Fabrice Olinga, quien debutó con el Málaga (temporada 2012-13) con 16 años y 98 días y que jugó dos años en el fútbol base del Mallorca.

Luka Romero es hijo de argentinos, pero nació en Durango (México) mientras su padre -Diego- jugaba en ese país. Su progenitor pasó por el Quilmes, Atletico Rafaela o Alacranes azteca antes de dar el salto a España para enrolarse en el Estepona. El Formentera y el Sant Jordi de Eivissa fueron los últimos equipos de Diego Romero, que desde 2015 ha paseado, ya superados los 40 años, su fútbol por Mallorca (Montuïri, Santanyí y Son Verí). Desde agosto de ese año es "el padre de Luka".

El Mallorca incorporó a Luka Romero en el verano de 2015, después de que al club hubiesen llegado informes espectaculares sobre su juego durante esos años con los más pequeños de la Penya Esportiva Sant Jordi de Eivissa.

Luka tenía 10 años y pocos meses después ya era considerado en el club bermellón como su gran perla. Un diamante en bruto que siendo alevín acababa de firmar un contrato de patrocinio con Nike, ya tenía representante y un acuerdo para estar vinculado al club mallorquín durante ocho años. Hasta que acabara su etapa formativa.

Un acuerdo que, sin lugar a dudas, se hará profesional y será ampliado en cuanto Luka cumpla los 16 años, porque el diamante que llegó hace menos de un lustro se está puliendo a pasos agigantados. Así se desprende de sus actuaciones, en las dos últimas campañas, con los cadetes del Mallorca o con la selección balear. Y también en sus apariciones con la sub-15 de Argentina, cuyos técnicos siguen con detalle su evolución.

Con Messi transitando hacia el final de su carrera, el catalogado como "nuevo Messi" es la nueva esperanza de la albiceleste.

Y también del Mallorca. En el club saben lo que tienen en sus filas y le miman. Tanto como para ponerle a entrenar con el primer equipo, a las órdenes de un Vicente Moreno que ha podido ver en directo las excelentes condiciones que le apuntaban. Tanto, que se ha atrevido a convocarlo dos ocasiones más antes de hacerle estrenarse ante todo un Real Madrid. Y no solo por ser un prodigio en ciernes, también por la ilusión que tenía de enfundarse la elástica bermellona. "Tiene al Mallorca en el corazón y siempre lo demuestra", aseguran en la ciudad deportiva.

Luka Romero juega preferentemente de mediapunta, aunque también puede caer a las bandas, y desde pequeño ha sido inevitable que se le compare con Messi: es zurdo, rápido, hábil en el regate, conduce la pelota pegada al pie, tiene gol y no destaca por su corpulencia física. Es tan parecido al futbolista del Barça... que incluso el club azulgrana le hizo una prueba cuando tenía siete años. No fichó porque era muy pequeño y las normas de la FIFA en cuanto a incorporar menores son exigentes. Pero le siguen muy de cerca.

"No me gustan las comparaciones con Messi", confesó Diego Romero, su padre, cuando ya fue noticia por integrarse en los entrenamientos del primer equipo del Mallorca. "Es añadirle una presión descomunal a un chavalito de quince años", añadió con prudencia. "Como papá uno se pone contento, pero es mejor dejar pasar todo este ruido", explicó entonces.

El sueño, seguramente el primero de una larga lista, ya se ha cumplido. Luka ya se ha podido medir a algunos de los futbolistas a los que seguramente había regateado en la consola de videojuegos mientras imaginaba cómo sería hacerlo de verdad sobre el césped. Le ha llegado el momento de subir de nivel antes que nadie en la historia del fútbol español y con el reto de ayudar a poner su granito de arena para tratar que el Mallorca se mantenga en la Primera División.