Vicente Moreno sorprendió en el minuto 60 sustituyendo a Take Kubo, el mejor del Real Mallorca ayer en el Estadio de La Cerámica. Cabe pensar que el cambio lo hizo el técnico valenciano pensando ya en el partido ante el Leganés, pero con media hora aún por delante y un resultado tan ajustado ante el Villarreal, fue una decisión que llamó mucho la atención. Kubo, pese a brillar menos que en el partido ante el Barcelona, volvió a ser el jugador más desequilibrante del plantel bermellón. El joven japonés se ha vuelto dueño y señor del lanzamiento de las faltas y ha tomado un protagonismo indudable en estos meses de confinamiento. El jugador asiático volvió a echarse al equipo a las espaldas y la mayoría de acciones peligrosas en ataque nacieron de sus botas.