Lo dijo el técnico del Real Mallorca Vicente Moreno en la rueda de prensa posterior a la abultada goleada del Barcelona: "Calibrar nuestro nivel con este partido es difícil". Quizás sea complicado, por aquello de enfrentarse a un coloso como el conjunto catalán, pero después de tres meses de inactividad y 90 minutos sobre el verde, lo que sí se pudieron sacar fueron una cuantas conclusiones.

Los laterales rindieron a un nivel muy por debajo del exigido. El técnico valenciano apostó de inicio por Alejandro Pozo en el carril diestro y Joan Sastre en el izquierdo y fue precisamente por este último por donde el Barcelona encontró una vía libre para llegar a la portería defendida por Manolo Reina. Al preparador rojillo no le gustó lo que vio sobre el verde y en el descanso apuntó directamente hacia el defensa de Porreres, sustituyéndolo por Fran Gámez.

Sastre estuvo desubicado, lento y nervioso. No ayudó, por supuesto, que se le fuera Arturo Vidal en el primer minuto del partido y que fruto de este despiste el Barça se adelantara tan pronto en el luminoso. Ese gol condicionó al mallorquín, quien sabe que sus actuaciones siempre son miradas con lupa. "Hay días que están finos y otros que no lo están tanto. Teníamos enfrente al Barcelona y quien se movía precisamente en esa posición era un tal Messi. No sería justo hacer una valoración del jugador en un partido como este", intentó disculparlo Moreno ante los periodistas.

En el segundo tiempo Gámez mejoró en algo a su antecesor, pero es evidente que para ambos futbolistas resulta muy incómodo jugar a pierna cambiada. "Espero que pronto, en una o dos semanas, Lumor esté en disposición de poder participar", adelantó el valenciano, poco dado a hablar de las lesiones de sus jugadores.

La gran sorpresa en el once fue la presencia de Marc Pedraza. El catalán cumplió con lo previsto, pero fue incapaz de otorgar al partido el ritmo que demandaba. Moreno también explicó su decisión tras el encuentro. "A la hora de decantarme por un once he tenido muy en cuenta las molestias que arrastraban algunos jugadores, no solo Baba, explicó. Cuando el ghanés saltó al terreno de juego, ya en la segunda parte, el partido ya estaba prácticamente resuelto y su labor sobre el verde apenas afectó al rendimiento del equipo.

Llamó la atención la poco participación del Cucho Hernández, quien como Sastre, también fue señalado por Moreno en el descanso. El futbolista colombiano se encontraba en un gran estado de forma antes del parón provocado por la crisis sanitacia del coronavirus, pero ante el Barcelona al bermellón se le intuyó una preocupante falta de ritmo. El Cucho apenas participó en las jugadas de ataque y se echó en falta su electricidad y potencia sobre el terreno de juego.

A todo esto hay que sumar que Dani Rodríguez vio la quinta amarilla y no podrá ayudar a su equipo en el estadio de La Cerámica ante el Villarreal.

Take Kubo: lo más positivo

No todos los aspectos que dejó el encuentro ante el Barcelona fueron negativos. Take Kubo ha dado un paso adelante y ha tomado el protagonismo ofensivo que se le demandaba. El japonés, incluso, tomó los galones en el lanzamiento de una falta ante la mirada de Salva Sevilla. Kubo dio profundidad al equipo y de sus pies nacieron tres de los disparos con más peligro del encuentro.