El Mallorca inicio ayer la Fase 3 del protocolo de LaLiga, la hoja de ruta que deben cumplir todos los equipos de la Primera y Segunda División en esta pretemporada que están realizando los jugadores tras el parón por el coronavirus.

Al igual que hizo la gran mayoría de los equipos del fútbol profesional, la plantilla se ejercitó dividida en tres grupos de hasta 10 futbolistas bajo la atenta mirada de los componentes del cuerpo técnico del conjunto bermellón [vea aquí las imágenes], que estuvieron presentes en todo momento. Aunque a una distancia prudencial y con guantes y mascarillas.

Dos aspectos, la distancia y el material de prevención, que son dos de los puntos claves en un protocolo que club y plantilla está cumpliendo desde la semana pasada, cuando el lunes 9 cuando se activó la Fase 2 del plan de desescalada programado por los clubes junto a LaLiga y CSD, que se inició con entrenamientos individuales de los jugadores siguiendo un estricto protocolo para impedir contagios.

Así, los futbolistas llegaron a Son Bibiloni a intervalos, siendo atendidos a su llegada por los componentes del servicio médico del club, que tenían a Gustavo Lucas como responsable. A la entrada de la ciudad deportiva se les tomaba la temperatura y después accedían con sus vehículos -los que deben utilizar siempre durante esta desescalada- al parking.

Los jugadores tienen que llegar al entrenamiento con la indumentaria de trabajo ya puesta, puesto que no se accede a los vestuarios, y después se pueden despojar de las mascarillas y los guantes para iniciar la sesión. Ayer, tras más de dos meses, por fin los futbolistas pudieorn compartir el balón y el espacio con sus compañeros. Aunque fue en grupos pequeños, de diez futbolistas como máximo, que ocuparon distintas zonas de los cuatro campos que hay en Son Bibiloni.

Hacía más de dos meses que el entrenador Vivente Moreno no podía realizar entrenamientos tácticos con sus jugadores, que durante la cuarentena solo habían podido realizar ejercicios de mantenimiento en sus domicilios hasta la pasada semana. El técnico de Massanassa pudo conversar además con sus jugadores, al tiempo que los encargados de la preparación física pusieron en marcha los nuevos ejercicios con los que se pretende una progresión en el estado de los jugadores.

Tras el entrenamiento, todos para casa sin ducharse -lo tienen que hacer en casa- y tiempo para que los responsables médicos y los empleados del club se dedicaran a desinfectar a conciencia el material utilizado y a preparar la jornada de mañana martes.