"No partiremos de cero, esto no es una pretemporada". Dani Pastor, preparador físico del Real Mallorca, salió al paso ayer de todos los tópicos relacionados con la vuelta al trabajo del equipo hoy a Son Bibiloni tras casi dos meses de confinamiento, por mucho que los jugadores trabajen de forma individual.

El andaluz no escondió su temor a que haya lesionados, una situación que "contempla" el cuerpo técnico, aunque tampoco titubeó a la hora de dejar claro que las sesiones que se inician esta mañana no se parecerán a las de cada verano antes de empezar una Liga. "Hemos trabajado el físico, pero no quiero apartar lo físico de lo futbolístico porque van de la mano. En todo caso no es una pretemporada porque venimos de siete meses de trabajo en grupo, algo que no ocurre cuando iniciamos una pretemporada", indicó en una rueda de prensa realizada a través de una videoconferencia con los periodistas.

Con respecto al posible temor a los roces, al choque y a los contagios que pueden albergar algunos futbolistas, Pastor insistió en que se debe "esperar" a la evolución de la crisis sanitaria y las medidas que se adoptan una vez que se haga oficial la vuelta a los campos de fútbol. "Todo eso condiciona, los saques de córner, los roces en el área y respirando uno muy cerca de otro, más aún si está nos da cosa bajar la basura. Hay un margen de tiempo y ya veremos lo que pasa", comentó.

Pastor pronostica una "densidad competitiva brutal" si se reanuda LaLiga tras dos meses de parón por la pandemia del coronavirus. "Muchos equipos no van a estar preparados para esta situación sin competir porque es muy atípica, y más en nuestro caso, que no estamos acostumbrados a jugar entre semana partidos de la Copa o de competiciones europeas", dijo refiriéndose a la posibilidad de que los once duelos que restan se jueguen cada tres días, en cinco semanas, entre finales de junio y julio.

El preparador explicó el método de trabajo desarrollado por los futbolistas durante el confinamiento en sus respectivos domicilios. "Ha sido muy sistemático, intentando modular las cargas de trabajo en función de lo que el jugador ya tiene asimilado; no hemos parado, pero es evidente que nos vamos a encontrar con situaciones de gestos deportivos, como el contacto con el balón o el uso de las botas que se han perdido. Es un escenario donde no nos hemos movido nunca y no podemos ponernos la venda en los ojos y saber que esa pérdida del gesto deportivo puede causar algún tipo de problema", señaló.

Pastor confesó que se vieron obligados a introducir algunas variaciones para elevar el rendimiento físico de los jugadores ya que "saltó la alarma" al comprobar los aspectos psicológicos de cada uno de ellos. "Saltó la alarma porque con el míster no estábamos contentos lo que reflejaban los vídeos, ya sea por el descontrol horario, el hecho de acostarse tarde y las comidas a deshoras. Marcamos un horario de trabajo semanal y entrenamientos por videollamadas, y vimos que esa interacción, las bromas y el hecho de verse acompañados, la carga de trabajo volvió a revelar intensidad alta y un ritmo cardíaco adecuado. Cualquier 'bajón' que pudo tener algún jugador lo solucionó la comunicación directa", destacó.

Según el sevillano si se reanuda LaLiga en la jornada 28 ante el Barcelona en el estadio de Son Moix el equipo "no partirá de cero" porque "tenemos un grupo muy adaptado a las exigencias que imprime Vicente Moreno. "Hemos completado dos meses muy buenos, sin pausas, así que no partiremos de cero, aunque tendremos que flexibilizar las cargas de trabajo y adaptarnos a las circunstancias, teniendo en cuenta de que el equipo había alcanzado la velocidad de crucero cuando se interrumpió la Liga", remarcó Dani Pastor en una larga comparecencia en la que evidenció sus ganas de volver a la normalidad.