Stuart Alistair Holden (Escocia, 34 años) es la tercera pieza del puzle en la lista de propietarios del Real Mallorca. Con Robert Sarver al mando de las operaciones, el legendario exjugador de la NBA Steve Nash y el propio Holden forman la tripleta de máximos dirigentes de la entidad mallorquinista que aterrizaron en el club en enero de 2016. En una amplia entrevista concedida a LaLiga, este exfutbolista, que se retiró en 2016 en el Bolton Wanderers de la Premier, habla de su trayectoria vital, pero sobre todo del Mallorca, qué le condujo a meterse en esta aventura y cómo ha vivido estos cuatro años, con la decepción del descenso a Segunda B y la alegría desbordada por el ascenso a la máxima categoríaalegría desbordada por el ascenso a la máxima categoría.

Holden, que de niño pasaba sus vacaciones en Mallorca, se mudó a los 10 años a Estados Unidos y llegó a formar parte de la selección en el Mundial de Sudáfrica en 2010 y en los Juegos de Pekín 2008. Define su actual estancia en el Mallorca como "una de las experiencias más gratas e increíbles" de su carrera profesional.

El británico asegura que cuando Steve Nash le propuso invertir en un club de fútbol profesional en Europa, "ni lo pensé". "Decidimos invertir en el Mallorca. Ha sido un sueño hecho realidad. Me emocioné al poder ser parte de algo que nos iba a enorgullecer, sin importar cuánto tiempo tendríamos que invertir", afirma con un entusiasmo que convierten en creíbles sus palabras y sentimiento. Uno de los factores que le impulsaron a invertir en el fútbol español fue la "reestructuración en el modelo del mercado televisivo. Antes casi todo se asignaba al Barcelona y el Real Madrid. Pero ahora el pastel se reparte de manera más equitativa, han ido nivelando la balanza. Ahora, los equipos pequeños pueden invertir más en sus plantillas, eso nos permite tener un club más competitivo", explica.

Con este cambio vieron "la oportunidad" de reestructurar "nuestro club" de "manera estratégica para poder ascender". "Cuando asciendes te toca una rebanada más grande del pastel y es una inversión más atractiva, con un presupuesto más elevado. Pudimos reestructurar el club y aumentar el valor de su marca", añade.

El dirigente mallorquinista define el descenso a Segunda B como "lo mejor y lo peor" que les ha pasado. "Fue algo que nos hizo reaccionar. Al inicio tienes que lidiar con la decepción. Te das cuenta de que vas a perder todo tu ingreso televisivo, también baja la entrada de patrocinios. Tienes que despedir personal y jugadores. Viéndolo ahora, como uno de los dueños, reaccionamos bien. Dijimos que había que ponernos las pilas y lo vimos como el momento de reestructurar el club, de contratar a la gente adecuada. Contratamos a personas que realmente creían en el potencial que tenía el Mallorca, no en lo que era o había sido", subraya, convencido de que el tiempo les ha dado la razón en la estrategia que se diseñó. "Invertimos en la plantilla", continúa, "nos quedamos con los mejores jugadores y fichamos. Queríamos ser los mejores en nuestra división, no queríamos ser un número más entre los 80 y tantos clubes. El objetivo era regresar a Segunda y lo antes posible. Hicimos una temporada increíble. Vicente Moreno es un entrenador increíble, supo dirigir al equipo, sus estándares eran muy altos. Fortaleció al equipo, y los jugadores y la afición están orgullosos. Gracias a él regresamos a Primera", elogia el trabajo del valenciano.

Holden se emociona cuando recuerda el duelo decisivo del play off de ascenso ante el Deportivo. "El partido de ida lo perdimos 2-0, pero pasados 20 minutos Steve Nash y yo dijimos: 'aún se puede'. El equipo estaba jugando muy bien. Al principio titubeó, pero entró el primero y luego el segundo. Salva Sevilla nos regaló un golazo de tiro libre. Estábamos a 20 minutos de ascender a Primera, lo que no nos pasaba por la cabeza cuando subimos a Segunda. Y después Abdón Prats marcó el tercero. Estuvimos muy nerviosos durante los siguientes cinco minutos. Casi no podíamos ver el partido. Nunca olvidaré cuando Reina. Es cuando dimos un suspiro de alivio. Sonó el pitido final. Hay un video de nuestra celebración que se hizo viral. Nuestros amigos, sin decirlo, habían encargado botellas de champaña. Fue uno de los mejores momentos de mi vida", explica.

Holden, que en varias ocasiones ha acompañado a Nash en los entrenamientos del primer equipo, cuenta su pasión por el fútbol y por el Mallorca. "Vemos todos los partidos, en la tablet o la televisión. Veo cada partido y cada minuto, estoy al tanto de las lesiones. Trato de aportar con lo que yo veo de lejos. Yo nunca llamo a Vicente y le pregunto '¿Por qué no juega Lago'. Vicente es quien toma todas las decisiones. Nosotros solo estamos para apoyarlo y para guiarlo. Cuando podemos, estamos para lo que se necesite", dice.

Proyección

"Creo que los estadounidenses podrían aprender a querer al Mallorca", prosigue. "En Norteamérica la afición siempre se inclina hacia el que viene de abajo y trabaja para salir adelante. El Mallorca casi quedó desecho y lo reconstruimos desde la raíz. Somos inversores norteamericanos y hemos apostado tiempo y dinero en el club. Aunque esté en otro continente, es un club que representa a cualquier persona por su ética de trabajo. En toda la plantilla solo había un trofeo, de un jugador de la Liga croata. Hablo de cuando jugamos contra el Real Madrid, que tenía 121 trofeos entre sus once jugadores. Así empezamos el partido aquel día y sorprendimos al mundo entero".

Holden, que junto a Nash visitó en su día la academia de Nadal en Manacor, demuestra que su pasión por el Mallorca no viene de ahora por sentirse parte, sino que sus conocimientos del club se remontan a cuando conquistó la Copa del Rey en 2003. "Recuerdo cuando se logró aquel título, con Etoo e Iván Campo, que también jugó en el Bolton como yo. Los dos hemos sido siempre aficionados del Mallorca. Eso fue clave cuando decidí involucrarme en el proyecto. Quería aprender todo lo posible acerca del club, qué lo había hecho grande en el pasado y por qué hace poco había decaído, qué busca la afición cuando ve al Mallorca. Estoy aportando mi experiencia como jugador y comentarista. Hoy diría que sigo aprendiendo acerca del club. Es lo divertido, ahora tenemos un nuevo Mallorca y nosotros hemos sido parte de este resurgimiento. Intentamos escribir una nueva historia, pero con mucho respeto a sus etapas previas", concluye.