El mallorquín Marco Asensio (Palma, 1994) está cada vez más cerca de volver a sentirse futbolista. Tras lesionarse de extrema gravedad el pasado mes de julio -rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla izquierda-, el jugador del Real Madrid ve la luz al final del túnel y ya se encuentra recuperado para volver a calzarse de corto cuando las competiciones se retomen - si lo hacen esta temporada- tras el parón obligado por la crisis del coronavirus.
Han sido más de ocho meses de duro trabajo de rehabilitación, de esfuerzo diario y progresión lenta pero continuada que han dado sus frutos. Asensio siente que está listo para poder volver a pisar el verde de la ciudad deportiva de Valdebebas y el Santiago Bernabéu junto al resto de sus compañeros, que a buen seguro le recibirán con los brazos abiertos.
La temporada 2019/20 se presentaba como el gran año en el Madrid para Marco. El club blanco, huérfano y en plena transformación tras la marcha de Cristiano Ronaldo, trajo como fichaje estrella al belga Eden Hazard. A priori un escollo difícil de superar para el joven jugador mallorquín, que siempre ha contado con la confianza de Zinedine Zidane. Pese a ello, Marco se puso el mono de trabajo y desde el inicio de la pretemporada fue uno de los más destacados en el conjunto blanco.
Pero todo el esfuerzo y empeño que Marco había puesto se truncó en un segundo. Minuto 63 del encuentro ante el Arsenal. El palmesano intentó robarle el balón a Aubameyang, pisó mal y enseguida cayó al suelo con evidentes gestos de dolor, teniendo que ser retirado del campo en camilla. Todo el mundo lo temía antes de la confirmación oficial, la temporada del mallorquín había tocado a su fin. Las pruebas posteriores mostraron que Marco sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla izquierda, una lesión con un tiempo de baja aproximado de 8 a 9 meses que apartaban al talentoso futbolista y le dejaba en el dique seco toda la temporada.
Pese a ello, si en algo ha destacado siempre Asensio desde que estaba en las categorías inferiores del Mallorca es por su férrea fuerza de voluntad. Tras operarse el 7 de agosto, Marco vivió una primera etapa muy complicada, con sesiones eternas de hasta ocho horas de rehabilitación que hicieron mella en él psicológicamente. No fue hasta noviembre cuando su ánimo comenzó a retomar el vuelo, ya que empezó a pisar el césped. A partir de ese momento, su recuperación fue creciendo semana a semana, siempre yendo con el objetivo de recuperarse de la mejor manera posible y soñando con una posible convocatoria con la selección para el Europeo.
Poco a poco fue mejorando y en enero comenzó a tocar balón. Pequeñas conducciones, simplemente para coger sensaciones y ver que todo lo que pareció una pesadilla en agosto comenzaba a disiparse. El positivo por coronavirus de Thompins el 12 de marzo, jugador de la sección de baloncesto, parecía frenar de nuevo sus aspiraciones en una semana clave para su recuperación, ya que el club decretó la cuarentena para todos los jugadores. Pese a ello, Marco ha seguido trabajando desde casa, incrementando cada vez más la carga de trabajo: golpeo de balón, primero suave y luego más fuerte, pequeños sprints, cambios de dirección para probar su rodilla. Todo ha ido según lo previsto.
Poco a poco y siguiendo las indicaciones al pie de la letra del cuerpo médico del conjunto blanco, Marco ha priorizado en todo momento recuperarse bien, tanto física como mentalmente, para no recaer de una de las lesiones más complicadas que puede sufrir cualquier deportista y de las que mayor probabilidad existe, aparte de las musculares, de volver a caer de nuevo.
El hecho de que las competiciones, tanto nacionales como europeas estén en punto muerto, favorece al futbolista palmesano que, según la fecha en que se decida retomar todo, si es que finalmente se hace, sueña con poder aportar su grano de arena al Real Madrid y ayudarle a pelear por el título liguero. Ahora, Marco vuelve a sonreír. Ocho meses después, Marco saluda de nuevo al fútbol.
Un genio también con el mando en las manos
Además de seguir recuperándose de su lesión, Marco ha aprovechado la cuarentena en casa para demostrar que, además de con los pies, también se le da bien jugar al fútbol con las manos. El mallorquín representó al Real Madrid en el torneo solidario de FIFA20 organizado por Ibai Llanos con el resto de equipos de Primera División, competición en la que venció de manera holgada. Además, hace pocos días formó parte de un combinado español que se enfrentó a uno alemán, en sustitución del encuentro amistoso que debían disputar ambos en el Wanda Metropolitano el 26 de marzo. Marco también logró el triunfo necesario para hacerse con el torneo ante los germanos.
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