El Mallorca se resiste a solicitar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), al menos de momento. El hecho de que la competición de Primera División esté paralizada por el coronavirus, una situación que ha frenado de golpe los cuantiosos ingresos de los clubes, ha provocado que el Barcelona, Atlético de Madrid y Espanyol hayan tenido que recurrir a ello mientras dure el estado de alarma decretado por el Gobierno.

En la planta noble de Son Moix no son ajenos a las dificultades económicas que provoca este parón, aunque según las fuentes consultadas por este diario, la entidad trata de soportar este imprevisto parón con los recursos que dispone en sus arcas. Está por ver si acabará claudicando, aunque todo depende de cuánto dure esta situación en la que no hay partidos de Primera.

El presidente Andy Kohlberg se apresuró a enviar el martes una carta a todos los empleados, desde los que trabajan con el primer equipo y en Son Bibiloni con las categorías inferiores, hasta los diferentes departamentos que ejercen su labor en las oficinas del estadio, con un mensaje de ánimo y esperanza. "El club está haciendo todo lo posible para ayudar, tanto a vosotros como a vuestras familias, en los esfuerzos para que estemos seguros y en buen estado de salud, ya que esta es nuestra principal prioridad", resaltó en la nota.

El estadounidense, que desveló que está planificando la próxima temporada con el director deportivo Javier Recio y el asesor Graeme Le Saux, no menciona ningún aspecto económico en la misiva, aunque sí incide en el humano. "Desde que compramos el club en 2016 hemos pasado por momentos complicados y desafiantes, y al mismo tiempo hemos celebrado muchos éxitos porque los empleados, jugadores y entrenadores hemos estado unidos frente a las dificultades. Como resultado, confío en el que el club superará estos tiempos difíciles trabajando como un grupo unido", concluyó en el comunicado. Lo que es evidente es que el Mallorca debe terminar la competición para que reciba la totalidad de los ingresos de televisión -unos cuarenta y cinco millones-, más las taquillas -solo la suspensión del duelo ante el Barcelona le privó de ingresar cerca de 450.000 euros-, así como también de los diversos patrocinadores.

Otros clubes ya han anunciado que se han visto obligados a activar un ERTE, aunque el Barcelona no llega a pronunciar esas siglas. Los azulgrana imponen una reducción de sueldos a todos los niveles del club, tanto en el ámbito deportivo como administrativo, medida que aseguró que quiere adoptar cuando la consensúe con sus trabajadores, una decisión adoptada en la reunión de la junta directiva celebrada el jueves noche vía telemática.

El Atlético de Madrid fue menos ambiguo. Los colchoneros anunciaron ayer que va a solicitar un ERTE que afectará a jugadores, técnicos y empleados, pero que intentará "minimizar el impacto de la medida y limitarlo a lo estrictamente imprescindible con el único objetivo de garantizar la supervivencia del club".

El Espanyol, por su parte, presentó un ERTE de reducción de jornada del 70 por ciento que afecta a los jugadores, primeros y segundos técnicos y preparadores físicos del primer equipo masculino y femenino, Espanyol B y Juveniles A y B. Se ha hecho "de forma unilateral por motivos de urgencia y responsabilidad para con la entidad y todos sus integrantes", explicó la institución catalana. Y es que el coronavirus condiciona la vida de todos y, por supuesto, también del fútbol.

Luis Enrique: "Lo que necesitamos es estar recluidos en casa"

El seleccionador español, Luis Enrique Martínez, aseguró ayer ante la pandemia del coronavirus que tanto está costando controlar lo necesario es estar "recluidos" y dejar las quejas personales a un lado, y quiso agradecer a sanitarios y servicios públicos su entrega para acabar con esta crisis. "A los que estamos en casa, es un momento en que todos sin excepción podríamos quejarnos, y hasta con razón, pero hay que ser un poco más profundos y llegar a pensar que lo que necesitamos es estar recluidos", manifestó tajante.