La última vez que Vicente Moreno, técnico del Real Mallorca, se dirigió a la afición mallorquinista fue el pasado 7 de marzo. Su equipo acababa de conseguir la primera victoria a domicilio del curso ante el Eibar y entonces era difícil adivinar todo lo que acontecería en los siguientes días. Con LaLiga parada por la crisis del coronavirus, el preparador valenciano hizo llegar un mensaje de ánimo en estos difíciles momentos e invitó a toda la sociedad a cumplir estrictamente con las recomendaciones del Gobierno.

"Quiero enviar muchos ánimos a todos, tenemos una responsabilidad social que es fácil de cumplir", señaló el de Massanassa a través de una publicación del club bermellon. "Quedarse en casa es la forma más clara de ayudar y mi recomendación es quedarse en ella y confiar en nuestros sanitarios y autoridades", prosiguió el técnico del conjunto bermellón.

Pese a que en un principio el Mallorca era uno de los equipos que no tenía pensado descansar por la crisis del coronavirus, los hechos precipitaron que Moreno tomara la decisión de parar todos los entrenamientos y mandar trabajo a sus jugadores durante su confinamiento en sus hogares.

Para Moreno, más que para nadie, tomar dicha decisión no fue sencillo. El valenciano es un empedernido de su trabajo, meticuloso y extremadamente exigente, pero ante la situación que atravesaba el país, el preparador rojillo no dudó en tomar todas las medidas posibles pese al bajón físico que dicha decisión tendrá sobre sus futbolistas.

En estos momentos, Vicente Moreno no puede hacer lo que más le gusta en el día a día, estar sobre el césped dirigiendo entrenamientos y partidos, su gran pasión: "Es un trabajo que te absorbe todo tu tiempo, que se lo quitas a tu familia. También me pasaba como jugador, quería cogerme dos años sabáticos cuando terminara y mira ahora. Estuve unos meses sin entrenar pudiendo disfrutar de otras cosas, pero necesitaba esto".

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