La suspensión del campeonato de Primera División en la jornada 27 plantea muchas incógnitas sobre el futuro del Mallorca en la categoría. De momento, ocupa una de las tres posiciones de descenso a Segunda División, aunque es difícil imaginar que, en el caso de que la crisis del coronavirus se alargue, LaLiga y la Federación Española decreten que la competición queda así, con el Barcelona como campeón y el Leganés y Espanyol acompañando al fuego a los bermellones.

El presidente Luis Rubiales tiró balones fuera ayer al ser preguntado al respecto. "Barajamos cuatro niveles diferentes, desde el rojo hasta el verde", dijo en primera instancia, refiriéndose a qué pasaría si la Liga no puede acabar. "Ese es el rojo, no poder terminar, no es ahora el momento. Cuando llegue daremos cumplida información", manifestó el presidente de la RFEF, quien añadió: "Estamos trabajando, viendo protocolos, trabajando con otras federaciones, con la UEFA. Es tan importante trabajar en todos los escenarios como no sobresaltarnos. Hay que estar tranquilos, hacer nuestro trabajo bien y el 25 de marzo, si hay que tomar decisiones, se van a tomar en función de las dificultades. Las prioridades son las personas", dijo el andaluz. "No es el momento (para concretar). No tenemos elementos para decir qué va a pasar en mayo. Estamos a mediados marzo", añadió.

Las especulaciones se han disparado en las últimas horas con opiniones para todos los gustos. Todo apunta a que es poco factible que la competición quede como está. El presupuesto de los clubes depende en gran medida de los derechos televisivos y querrán que se juegue como sea, por lo que la competición se podría estirar hasta el verano -quedan once jornadas-.

Hay opiniones que defienden que para que se jugaran menos jornadas lo ideal sería que se disputara un play-off de descenso entre los actuales seis últimos clasificados o que incluso, en el caso del Mallorca, disputará una promoción contra el tercero de Segunda. Muchas ideas que, a día de hoy, no tienen respuesta.