Dani Rodríguez está siendo uno de los mejores jugadores del Mallorca esta temporada. El centrocampista gallego firmó ante el Eibar una actuación soberbia, que inició abriendo la lata en el marcador con un gol de falta en la primera mitad cuando peor lo estaba pasando el equipo.

El de Betanzos, que está viviendo su debut en Primera, realizó un ejercicio de desgaste tremendo, tanto en labores defensivas como ofensivas. Ante la ausencia de Salva Sevilla por sanción, Dani asumió los galones y situado en el centro del campo junto a Baba, fue el primero en ayudar a defender los ataques laterales del conjunto armero y en arrancar las jugadas de contraataque de los bermellones. Su tanto de falta, a cinco minutos del descanso, hizo justicia a lo visto sobre el impecable verde de Ipurua.