No se sabe a quién dedica sus goles, pero Take Kubo, la emergente figura del Real Mallorca cedido por el Real Madrid, imita el mismo gesto del mejor futbolista de todos los tiempos, Leo Messi, cuando marca un gol. Desde los nueve años en Barcelona, posiblemente haya visto miles de veces ese gesto de la estrella azulgrana, una buena manera de celebrar los goles.

El viernes, a veinte minutos para el final del frenético partido que el equipo rojillo disputó contra el Betis en el Benito Villamarín, el joven futbolista de 19 años, que habla ante un micrófono huyendo de los tópicos de la gran mayoría de sus colegas, marcó el gol del empate a tres goles después de una jugada colectiva de presión a la defensa sevillana. Dani Rodríguez y Budimir presionaron a Canales, Cucho se hace con el balón tras presionar a Mandi y Kubo regatea a Bartra ayudado por el pasillo que le abrió Budimir. Su disparo, potente con la derecha, se lo comió el guardameta local Joel. Pero lo importante es que el balón acabó en el fondo de las mallas y permitió al Mallorca sumar un trascendente punto en su lucha por la salvación.

Kubo se puso a correr en cuanto vio que el balón había entrado, inalcanzable para sus compañeros, que se disponían a felicitarlo. Fue en el momento en que se detuvo cuando levantó los brazos y la mirada al cielo con los los dedos índice de cada mano, al igual que Messi, para celebrar la diana que suponía el empate a tres goles.

El delantero japonés ya fue el revulsivo en el partido de la jornada anterior ante el Alavés. Entrando al campo desde el banquillo, el equipo se entonó y empezó a fabricar jugadas de gol, que acabó con el del Cucho Hernández. El viernes, en el once titular, demostró que se ha ganado la confianza de Vicente Moreno, que ya debe tener pocas dudas de que Kubo debe jugar en compañía de Budimir y el Cucho, el nuevo tridente ofensivo del Mallorca.