El Cucho Hernández está en estado de gracia y ayer ante el Betis llevó a cabo el mejor partido desde que está en el Mallorca. Suyo fue el primer gol de la noche y participó activamente en el tanto de Budimir, con un gran taconazo en el que dejó solo a Kubo.

El colombiano marcó ayer por segundo jornada consecutiva y dio muestras de la calidad que atesora. Su tanto fue una obra de arte. Tras una buena jugada personal de Take Kubo, el disparo del nipón desde el borde del área fue repelido por un defensor. Fue entonces cuando apareció el Cucho. Enganchó de primeras el esférico con una gran volea, haciendo inútil la estirada de Joel. Además de su participación en los goles, no paró en ningún momento de correr y fue un dolor de cabeza para la defensa.