El entrenador del Real Betis, Joan Francesc 'Rubi', admitió ayer que su "equipo está herido, arrepentido tras lo de Leganés (0-0) y eso se notará", en alusión al encuentro que disputará hoy ante el Mallorca en el Benito Villamarín, que abrirá la vigésima quinta jornada de LaLiga.

El entrenador bético resaltó que "el Mallorca tiene velocidad arriba, gente en banda rápida" y que "intenta jugar desde atrás" sustentado en el exbético Salva Sevilla, que "está haciendo una gran temporada", por lo que es un adversario que se puede "subir a las barbas". "Es atrevido y nos puede poner las cosas complicadas como ya demostró en la ida", dijo.

Rubi no ofreció la lista de convocado pero adelantó que "casi seguro que va a venir alguno" de los delanteros del filial que se han entrenado a sus órdenes durante la semana, ya que el mexicano Diego Lainez está convaleciente de una apendicitis y Borja Iglesias está sancionado, pese a lo que está "valorando jugar con dos delanteros".

El técnico catalán, por otra parte, apuntó que no teme por su puesto, ya que considera que "el equipo está mucho mejor que al principio de temporada", por lo que desea prolongar su estancia en el Betis, donde dirige a "un muy buen equipo con una muy buena afición y tiene que llegar el momento en la temporada en que se tenga ese puntito que está faltando".

"La semana ha sido buena. Hemos tomado nota y no podemos permitirnos primeras partes como las del Leganés. Tras el partido del Barcelona (2-3), salimos reforzados y eso nos pilló por sorpresa. Esperemos que no vuelva a pasar. Todos hemos hecho autocrítica", relató el técnico catalán.

Para Rubi, "la importancia de cada encuentro se plasma cada semana y eso a lo mejor bloquea al jugador" que, en ocasiones "corre más de lo que toca", así que espera "una reacción y, ojalá, una victoria" que lo hará "recortar algo" con los equipos que luchan por entrar en competición europea.